Devocional de hoy
En este mundo ruidoso, las reuniones son una parte de nuestras ocupadas vidas. Porque la vida cristiana no está aislada sino integrada a la comunidad de la iglesia. Cuando nos reunimos con un solo corazón y una sola mente, no es para pasar tiempo juntos, sino para estudiar las palabras de Dios y compartir experiencias y testimonios personales, para que podamos recibir aliento y exhortación unos de otros en las palabras de Dios, y acercarnos más a Dios. Debido al ajetreo de la vida y las tentaciones del mundo malvado, las personas dejan de reunirse gradualmente, pero esto es una señal peligrosa. Detener las reuniones es como cortar la sangre de la vida, impidiéndonos compartir y experimentar las palabras de Dios, y no hay crecimiento en la vida. Si te acostumbras a dejar de reunirte, poco a poco perderás la pasión por la fe y te alejarás del amor y las enseñanzas de Dios. Especialmente ahora que estamos en el período final de los últimos días, y el día del Señor está muy cerca, necesitamos unirnos y animarnos unos a otros, ganar fuerza y confianza en el amor de Dios, reavivar nuestro amor por las reuniones, afrontar los desafíos de fe juntos, y acoger con fe firme la venida de ese día.
Oración de hoy:
Dios, por favor ten piedad de nosotros. Admitimos que cuando la vida está llena de ocupaciones y presiones, a veces tenemos pensamientos de detener las reuniones. Por favor, conmueve la apatía en nuestros corazones para que podamos reavivar nuestro amor por las reuniones. Dios, por favor danos fuerza y sabiduría, oremos juntos, alabemos juntos, convirtámonos en exhortadores unos de otros antes de que llegue ese día, y hagamos de cada reunión una fiesta espiritual. Por favor protégenos de la trampa de detener las reuniones y permítenos convertirnos en un grupo lleno de amor y unidad, caminando firmemente por el camino de la fe y siempre preparados para recibir ese día. ¡Amén!