¡Aleluya! ¡Dios Todopoderoso! ¡Te agradecemos y alabamos!
¡Aleluya! ¡Dios Todopoderoso! ¡Siempre te adoraremos!
Cristo ha aparecido en los últimos días, Sus palabras nos juzgan, purifican y cambian,
nos guían a la senda correcta, yo vivo una nueva vida amando a Dios.
Es tan maravilloso entender la verdad; ya no estoy corrupto, soy liberado.
Ya no tengo concepciones erróneas y no siento la rebeldía dentro de mí.
Ya no deambulo errante, ya no sufro.
Mi espíritu ha sido liberado y le canto alabanzas a Dios.
Le canto alabanzas a Dios.
El amor de Dios es verdadero y preciado, nos guía en el sendero brillante de la vida.
He probado un amor tan dulce, amaré a Dios por siempre.
Hermanos, hermanas, reuníos lado a lado, juntos como uno.
Con un solo corazón y una sola mente, lo servimos y le cantamos alabanzas.
¿Quién no podría dar voz a su corazón? ¿Quién no podría dar voz a su amor?
Danzas y alabas a Dios, yo aplaudo a tu lado.
Yo aplaudo a tu lado.
Nuestras canciones están llenas de amor por Dios,
Dios Todopoderoso nos ha renovado.
¡Nuestra vieja vida corrupta ya se ha acabado, es una alegría vivir ante Dios!
Practicar la verdad nos libera; cumplimos con nuestros deberes y traemos la gloria a Dios.
Su pueblo disfruta de una nueva vida, amamos a Dios y vivimos en la luz.
Hemos roto las ataduras del mundo,
hemos roto las ataduras de la familia,
hemos roto las ataduras de la carne.
¡Qué dulce es amarnos los unos a los otros!
¡Qué dulce es amarnos los unos a los otros!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”