Una vez fui secuestrada en mi séptimo mes de embarazo…
“¡Alto! No grites. Si no me haces caso, te apuñalaré y entonces tus dos vidas dejarán de existir”, me amenazó un feroz gángster con una navaja, a mí, una mujer embarazada desarmada. Más de 10 años han pasado desde entonces, pero me sigue aterrorizando cuando lo pienso. Sin embargo, le estoy muy agradecida a Dios. […]