El protagonista nace en una familia cristiana y posteriormente se hace predicador de una iglesia clandestina. Cree que la justificación por la fe puede facilitar la entrada en el reino de los cielos. Sin embargo, luego lee las palabras de Dios en la Biblia: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “Seréis, pues, santos porque yo soy santo” (Levítico 11:45). No lo entiende. Los que no son santos no pueden contemplar al Señor y, pese a ser creyente en Él desde hace muchos años, sigue pecando y confesando y es incapaz de alcanzar la santidad. Se pregunta: ¿Podré entrar en el cielo? Estudia detenidamente la Biblia y visita a pastores y ancianos nacionales y extranjeros para preguntárselo, pero no halla respuestas. Justo cuando está flaqueando en su búsqueda, oye el evangelio del reino de Dios Todopoderoso. Al leer las palabras de Dios Todopoderoso, por fin logra comprender que solo si se somete al juicio de Dios en los últimos días y se purifican sus actitudes corruptas podrá entrar en el cielo, y entonces acaba encontrando el camino al reino de los cielos.
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com