I
Los humanos no saben cómo disfrutar de
las bendiciones que les ha dado Dios,
porque no saben distinguir entre el dolor y la bendición.
Y así, no son verdaderos en su búsqueda de Dios.
Si el mañana no existiera,
¿quién de vosotros, de pie ante Dios,
sería casto y puro como la nieve,
como el jade sin una sola mácula?
¿Crees que puede ser cambiado tu amor a Dios por un banquete,
o cambiado por ropas elegantes
o un alto cargo bien pagado?
¿Puedes cambiarlo por el amor de otro
o abandonarlo debido a las pruebas?
La tribulación no hará que te quejes de Sus disposiciones, ¿verdad?
II
Ningún hombre ha entendido realmente
la espada que está en la boca de Dios.
Sólo conocen el significado superficial,
no pueden entender lo que de verdad significa.
Si los humanos realmente viesen
el verdadero filo de la espada de Dios,
se irían corriendo como ratas,
se esconderían de nuevo en sus agujeros.
Demasiado ciegos para ver la verdad
y la fuerza de las palabras de Dios,
cuánto se juzga su corrupción
o se revela su naturaleza.
Sus ideas mal concebidas de las palabras de Dios
hacen que la mayoría se sientan abúlicos.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”