Jie Jing nació en una familia cristiana —la fe de su familia en el Señor se remonta a tres generaciones— y de mayor sirve constantemente al Señor en la iglesia. Sin embargo, poco a poco descubre la creciente desolación de la iglesia y que el clero solo predica lo mismo de siempre. Además, su conducta atenta contra la voluntad del Señor en todo momento. No puede recibir sustento de vida y su espíritu está cada vez más sediento y oscuro. Con dolor, suele recurrir al Señor, cuyo pronto regreso anhela. Un buen día, mientras busca en Internet información sobre la venida del Señor, se topa con un video de una lectura de las palabras de Dios Todopoderoso. Estas palabras sacuden su alma: siente que están llenas de poder y autoridad y parecen ser la voz de Dios. Comienza a buscar y estudiar la obra de Dios Todopoderoso. Con la lectura de Sus palabras, su espíritu sediento recibe riego y sustento y logra comprender la causa de la desolación del mundo religioso. Está muy agradecida a Dios por guiarla al compás de las huellas del Cordero.