Menú

Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 15 Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 15
00:00/ 00:00

Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 15

00:00
00:00

Las personas tienden a definir a Dios con base en la experiencia (Pasaje seleccionado)

Al comunicar sobre el tema de conocer a Dios, ¿habéis notado algo? ¿Habéis percibido que Su actitud ha experimentado una transformación en estos días? ¿Acaso es inmutable Su actitud hacia los seres humanos? ¿Aguantará Dios siempre así, haciendo extensivos todo Su amor y misericordia indefinidamente a los seres humanos? Este asunto también involucra la esencia de Dios. […] Cuando se enteran de que Él ama a la humanidad, las personas lo definen como un símbolo de amor. Creen que no importa lo que hagan, cómo se comporten, cómo traten a Dios o lo desobedientes que puedan ser, nada de esto importa realmente porque Dios tiene amor y Su amor es ilimitado e inconmensurable. Dios tiene amor, así que puede ser tolerante con las personas, y Dios tiene amor, así que puede ser misericordioso con ellas, con su inmadurez, con su ignorancia, y con su desobediencia. ¿Son realmente así las cosas? En el caso de algunas personas, cuando han experimentado la paciencia de Dios una o incluso más veces, tratarán estas experiencias como un capital en su propio entendimiento de Dios, y creen que Él será por siempre paciente y misericordioso con ellas, y que, entonces, a lo largo de su vida tomarán esta paciencia de Dios y la considerarán el estándar de cómo Él las trata. También están los que, tras haber experimentado una vez la tolerancia de Dios, lo definirán por siempre como tolerante, y, en su mente, esta tolerancia es indefinida, incondicional, e, incluso, totalmente carente de principios. ¿Son correctas estas creencias? Cada vez que se exponen asuntos de la esencia o el carácter de Dios, parecéis desconcertados. Veros así me pone muy inquieto. Habéis oído mucha verdad respecto a Su esencia; habéis escuchado, asimismo, muchas discusiones relativas a Su carácter. Sin embargo, en vuestra mente, estos asuntos y la verdad de estos aspectos no son más que recuerdos basados en teorías y en palabras escritas; en vuestra vida cotidiana, ninguno de vosotros es capaz de experimentar o ver el carácter de Dios por lo que realmente es. Así pues, todos estáis confundidos en vuestras creencias; todos creéis ciegamente, al punto de que vuestra actitud es irreverente hacia Dios e incluso le ignoráis. ¿A qué os lleva tener este tipo de actitud hacia Dios? A sacar siempre conclusiones sobre Él. Una vez habéis adquirido un poco de conocimiento, os sentís muy satisfechos, como si hubierais conseguido a Dios en Su totalidad. A continuación, llegáis a la conclusión de que Dios es así, y no dejáis que se mueva con libertad. Además, siempre que Él hace algo nuevo, simplemente os rehusáis a admitir que Él es Dios. Un día, cuando Él diga: “Ya no amo a la humanidad; no haré extensiva más misericordia a los seres humanos; no tengo más tolerancia o paciencia hacia ellos; estoy completamente lleno de un odio y una antipatía extremos hacia ellos”, tales afirmaciones causarán un conflicto profundo en el corazón de las personas. Algunos incluso dirán: “Tú ya no eres mi Dios; has dejado de ser el Dios al que quiero seguir. Si esta es Tu afirmación, ya no eres apto para ser mi Dios, y no necesito seguirte más. Si ya no me concedes misericordia, si no me das amor ni tolerancia, dejaré de seguirte. Solo si eres indefinidamente tolerante conmigo, si siempre eres paciente conmigo y si me permites ver que eres amor, paciencia y tolerancia, solo entonces podré seguirte y tendré la confianza de seguirte hasta el final. Ya que cuento con Tu paciencia y Tu misericordia, mi desobediencia y mis transgresiones pueden ser perdonadas e indultadas indefinidamente, y puedo pecar, en cualquier momento y en cualquier lugar, confesarme y ser perdonado en cualquier momento y en cualquier lugar, y hacerte enojar en cualquier momento y en cualquier lugar. No deberías tener opiniones o sacar conclusiones sobre mí”. Aunque es posible que ni uno de vosotros piense sobre este tipo de asuntos de manera tan subjetiva o consciente, siempre que consideres a Dios una herramienta a utilizar para que tus pecados sean perdonados o como un objeto que usas para obtener un hermoso destino, ya has colocado sutilmente al Dios vivo en oposición a ti, como enemigo tuyo. Esto es lo que veo. Puedes seguir diciendo cosas como “Creo en Dios”, “Busco la verdad”, “Quiero cambiar mi carácter”, “Quiero librarme de la influencia de las tinieblas”, “Quiero satisfacer a Dios”, “Quiero someterme a Dios”, “Quiero ser fiel a Dios, y cumplir bien con mi deber”, etcétera. Sin embargo, por hermosas que sean tus palabras, por mucha teoría que sepas y por imponente y solemne que esta sea, la realidad es que ahora muchos de vosotros ya habéis aprendido a usar las reglas, las doctrinas, las teorías que habéis dominado para sacar conclusiones sobre Dios, colocándolo en oposición a vosotros con naturalidad. Aunque hayas dominado las letras y doctrinas, no has entrado auténticamente en la realidad de la verdad; por tanto, es muy difícil que te acerques a Dios, que lo conozcas y lo entiendas. ¡Esto es verdaderamente lamentable!

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra

Comentarios