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Palabras diarias de Dios: La aparición y la obra de Dios | Fragmento 62 Palabras diarias de Dios: La aparición y la obra de Dios | Fragmento 62
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Palabras diarias de Dios: La aparición y la obra de Dios | Fragmento 62

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A lo largo del universo, las personas celebran la llegada de Mi día, y los ángeles caminan entre las masas. Cuando Satanás causa problemas, los ángeles siempre ayudan a Mi pueblo, debido a su servicio en el cielo. El diablo no los engaña por la debilidad humana, sino que obtienen una mayor experiencia de la vida del hombre envuelta en niebla como resultado de la embestida de las fuerzas de las tinieblas. Todas las personas se rinden bajo Mi nombre, y nadie se levanta nunca para oponerse abiertamente a Mí. Gracias a las labores de los ángeles, el hombre acepta Mi nombre y todos están en medio de la corriente de Mi obra. ¡El mundo está cayendo! ¡Babilonia está paralizada! ¿Cómo no iba a poder ser destruido el mundo religioso por Mi autoridad en la tierra? ¿Quién sigue atreviéndose a desobedecerme y a oponerse a Mí? ¿Los escribas? ¿Todos los oficiales religiosos? ¿Los gobernantes y las autoridades sobre la tierra? ¿Los ángeles? ¿Quién no celebra la perfección y la plenitud de Mi cuerpo? Entre todos los pueblos, ¿quién no canta Mis alabanzas sin cesar? ¿Quién no está indefectiblemente feliz? Yo vivo en la tierra de la guarida del gran dragón rojo, pero esto no me hace temblar de temor ni huir, porque todo su pueblo ha empezado a aborrecerlo. Nunca ha tenido el “deber” de realizar algo delante del dragón, sino que todas las cosas afrontan sus propios asuntos y toman la ruta que mejor les viene. ¿Cómo no iban a perecer los países de la tierra? ¿Cómo no iban a caer? ¿Cómo no iba a vitorear Mi pueblo? ¿Cómo no iba a cantar con gozo? ¿Es esto la obra del hombre? ¿Son los hechos de sus manos? Yo di al hombre la raíz de su existencia, y le proveí cosas materiales; pero el hombre no está satisfecho con sus circunstancias actuales y pide entrar en Mi reino. ¿Pero cómo podría entrar tan fácilmente a Mi reino, sin haber pagado un precio, y siendo reacio a ofrecer su devoción abnegada? En lugar de exigir algo al hombre, le pongo requisitos, de forma que Mi reino en la tierra pueda llenarse de gloria. Yo he guiado al hombre hasta la era presente; él existe en este estado y vive en medio de la dirección de Mi luz. Si no fuera así, ¿quién conocería sus perspectivas entre las personas de la tierra? ¿Quién entendería Mi voluntad? Yo añado Mis provisiones a los requisitos del hombre; ¿no es esto acorde con las leyes de la naturaleza?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 22

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