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Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 175

453 14/09/2020

¿Sentís ahora la diferencia mayor entre Dios y la humanidad? En definitiva ¿quién es el amo de todas las cosas? ¿El hombre? (No). ¿Sabéis entonces cuál es la diferencia entre cómo trata Dios con todas las cosas y cómo lo hacen los seres humanos? (Dios gobierna sobre todas las cosas y las organiza, mientras que el hombre disfruta de todo ello). ¿Estáis de acuerdo con estas palabras? (Sí). La mayor diferencia entre Dios y la humanidad es que Él gobierna sobre todas las cosas y provee para ellas. Dios es la fuente de todo, y la humanidad disfruta de todas las cosas mientras Él provee para ellas. Es decir, el hombre disfruta de todas las cosas cuando acepta la vida que Dios les concede a todas ellas. La humanidad disfruta de los resultados de todas las cosas que Dios ha creado, mientras que Él es el Amo. ¿No es verdad? Entonces, desde la perspectiva de todas las cosas, ¿cuál es la diferencia entre Dios y la humanidad? Dios puede ver claramente los patrones de crecimiento de todas las cosas, los controla y los domina. Es decir, todas las cosas están ante los ojos de Dios y dentro de Su esfera de inspección. ¿Puede la humanidad ver todas las cosas? (No). Lo que la humanidad ve es limitado. No puedes definirlo como “todas las cosas”; sino que es solamente lo que ella ve delante de sus ojos. Si vas subiendo esta montaña, lo que ves es esta montaña; no puedes ver lo que hay al otro lado de ella. Si vas a la playa, puedes ver este lado del océano, pero no sabes cómo es el otro lado. Si llegas a este bosque, puedes ver las plantas delante de tus ojos y a tu alrededor, pero no lo que hay más lejos. Los humanos no pueden ver lugares más altos, lejanos y profundos. Lo único que pueden ver es lo que está delante de sus ojos y en su línea de visión. Aunque los humanos conocen el patrón de las cuatro estaciones del año y los patrones de crecimiento de todas las cosas, son incapaces de gestionarlas o dominarlas. Por el contrario, Dios ve todas las cosas como si estuviera contemplando una máquina construida personalmente por Él. Dios conocería extremadamente bien cada componente; cuáles son sus principios, sus patrones, y cuál su propósito son cosas que Dios conoce de forma explícita y clara. ¡De ahí que Dios sea Dios y el hombre sea el hombre! Aunque este siga investigando la ciencia y las leyes de todas las cosas, sólo lo haría dentro de un espectro limitado, mientras que Dios lo controla todo. Para el hombre, eso es infinito. Si el hombre investigara algo muy pequeño que Dios hubiera hecho, podría pasar toda su vida haciéndolo sin conseguir ningún resultado real. Por esa razón, si empleas el conocimiento y lo que has aprendido para estudiar a Dios, nunca podrás conocerle ni entenderle. Pero si usas el camino de la verdad y de buscar a Dios, y lo miras desde la perspectiva de llegar a conocerle, un día admitirás que Sus acciones y Su sabiduría están en todas partes, y sabrás también con exactitud por qué Dios recibe el nombre de Señor de todas las cosas y de fuente de vida de todas las cosas. Cuanto más tengas de este conocimiento, mejor entenderás por qué se le llama a Dios Señor de todas las cosas. Todas las cosas y todo, incluido tú, están recibiendo constantemente el flujo continuo de la provisión de Dios. También podrás sentir con claridad que, en este mundo, y en medio de esta humanidad, no hay nadie además de Dios que pueda tener tal poder y esencia para gobernar, gestionar y mantener la existencia de todas las cosas. Cuando consigas ese entendimiento, admitirás sinceramente que Dios es tu Dios. Una vez alcanzado este punto, has aceptado realmente a Dios y le dejas ser tu Dios y Señor. Cuando tienes ese entendimiento y tu vida alcanza ese punto, Dios ya no te pondrá más a prueba ni te juzgará, ni te pondrá exigencias, porque tú le entiendes y conoces Su corazón, y le has aceptado sinceramente en tu corazón. Esta es una razón importante para comunicar estos temas sobre el dominio y la gestión de todas las cosas por parte de Dios y para proporcionarles a las personas más conocimiento y entendimiento; no sólo para que lo admitas, sino para darte más conocimiento y entendimiento prácticos de Sus acciones.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VIII

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