Independientemente de cómo haces tú búsqueda, debes, sobre todo, comprender la obra que Dios hace en la actualidad, y debes conocer el significado de este trabajo. Debes entender y saber qué trabajo es el que Dios traerá cuando Él venga en los últimos días, qué carácter Él tendrá, y lo que se perfeccionará en el hombre. Si tú no conoces o no comprendes el trabajo que Él ha venido a hacer en la carne, entonces ¿cómo puedes buscar Su voluntad, y cómo puedes llegar a ser Su íntimo? De hecho, ser íntimo de Dios no es complicado, pero tampoco es sencillo. Si el hombre puede percibir, entonces él puede implementar, por lo que no es complicado; si el hombre no puede percibir, entonces es mucho más difícil, y, más aún, el hombre se vuelve propenso a buscar en medio de la vaguedad. Si, en la búsqueda de Dios, el hombre no tiene su propia postura que defender, y no sabe cuál es la verdad a la que debe apegarse, entonces significa que no tiene bases, por lo que no le será fácil mantenerse firme. Actualmente hay muchos que no entienden la verdad, que no pueden distinguir entre el bien y el mal o saber lo que deben amar u odiar. Tales personas apenas pueden mantenerse firmes. Clave en la creencia en Dios es ser capaz de poner en práctica la verdad, preocuparse por la voluntad de Dios, conocer la obra de Dios en el hombre cuando Él venga en la carne y los principios por los que Él habla; no sigas a las masas, y debes tener principios en cuanto a en qué debes entrar, y debes apegarte a ellos. Manteniéndote firme a esas cosas dentro de ti esclarecido por Dios, será de ayuda para ti. Si no lo haces, hoy vas a desviarte hacia un camino, mañana te desviarás hacia otro, y nunca obtendrás nada verdadero. Ser así no beneficiará tu propia vida. Aquellos que no entienden la verdad siempre siguen a los demás: si la gente dice que esta es la obra del Espíritu Santo, entonces, también tú dirás que es la obra del Espíritu Santo; si la gente dice que es la obra de un espíritu maligno, entonces, también te volverás dudoso, o también dirás que es la obra de un espíritu maligno. Siempre repetirás como loro las palabras de los demás, y serás incapaz de distinguir nada por ti mismo, ni serás capaz de pensar por ti mismo. Esto sería alguien sin una posición, que es incapaz de diferenciar, ¡tal persona es un ser despreciable sin valor! Esta clase de personas siempre repiten las palabras de los demás: hoy se dice que esta es la obra del Espíritu Santo, pero es probable que un día alguien diga que no es la obra del Espíritu Santo, sino nada más que obras del hombre, sin embargo, tú no puedes ver a través de esto, y cuando eres testigo de que otros lo dicen, tú repites lo mismo. En realidad, es la obra del Espíritu Santo, pero tú dices que es la obra del hombre; ¿acaso no te has convertido en uno de los que blasfeman contra la obra del Espíritu Santo? Y al hacerlo, ¿acaso no te opones a Dios porque no eres capaz de diferenciar? Quién sabe, quizás algún día aparezca algún imbécil que diga que “este es el trabajo de un espíritu maligno”, y cuando escuches estas palabras te habrás confundido, y una vez más estarás atado por las palabras de otros. Cada vez que alguien crea perturbación eres incapaz de defender tu posición, y esto es todo debido a que no posees la verdad. Creer en Dios y buscar el conocimiento de Dios no es un asunto sencillo. Esto no puede lograrse simplemente reuniéndose y escuchando prédicas, y tú no puedes ser perfeccionado sólo por la pasión. Debes experimentar y conocer, y tener principios en tus acciones, y debes obtener la obra del Espíritu Santo. Cuando hayas sufrido experiencias, serás capaz de diferenciar muchas cosas, serás capaz de distinguir entre el bien y el mal, entre la rectitud y la maldad, entre lo que es de carne y hueso y lo que es de la verdad. Tú debes ser capaz de distinguir entre todas estas cosas, y al hacerlo, sin importar las circunstancias, nunca te perderás. Sólo esto es tu verdadera estatura.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios