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Palabras diarias de Dios: Los misterios sobre la Biblia | Fragmento 273

347 04/11/2020

El Evangelio de Mateo, en el Nuevo Testamento, documenta la genealogía de Jesús. Al principio, dice que Jesús era descendiente de Abraham y de David, e hijo de José; después dice que fue concebido por el Espíritu Santo, y nacido de una virgen; esto significaba que no era el hijo de José o un descendiente de Abraham ni de David. La genealogía, sin embargo, insiste en asociar a Jesús con José. Seguidamente, la misma comienza a relatar el proceso por medio del cual nació Jesús. Dice que fue concebido por el Espíritu Santo, que nació de una virgen, y no fue el hijo de José. Pero en la genealogía está escrito con claridad que Jesús fue el hijo de José; y como esta se escribe para Jesús, registra cuarenta y dos generaciones. Cuando llega a la generación de José, dice apresuradamente que era el marido de María, palabras que se dieron con el fin de demostrar que Jesús era descendiente de Abraham. ¿No es una contradicción? La genealogía documenta con nitidez el linaje de José, es obviamente su genealogía, pero Mateo insiste en que es la de Jesús. ¿No niega esto la realidad de la concepción de Jesús por el Espíritu Santo? Por tanto, ¿no es la genealogía escrita por Mateo una idea humana? ¡Es ridículo! Así es como puedes saber que este libro no vino totalmente del Espíritu Santo. Existen, quizás, algunas personas que piensen que Dios debe tener una genealogía en la tierra y, como consecuencia, clasifican a Jesús como la cuadragésimo segunda generación de Abraham. ¡Esto es realmente ridículo! Después de llegar a la tierra, ¿cómo podía Dios tener una genealogía? Si dices que Dios tiene una genealogía, ¿no lo estarías clasificando entre las criaturas de Dios? Y es que Dios no es de la tierra; Él es el Señor de la creación y, aunque es de carne, no es de la misma esencia que el hombre. ¿Cómo podrías clasificar a Dios como un ser del mismo tipo que una criatura suya? Abraham no puede representar a Dios; él fue el objeto de Su obra en ese momento, fue simplemente un fiel siervo que contó con la aprobación de Jehová, y era uno del pueblo de Israel. ¿Cómo podía ser un antepasado de Jesús?

¿Quién escribió la genealogía de Jesús? ¿Lo hizo Él mismo? ¿Les dijo Jesús personalmente: “Escribid Mi genealogía”? Mateo la escribió después de que Jesús fuera clavado en la cruz. En aquella época, Él había hecho mucha obra incomprensible para Sus discípulos, sin proveer explicación alguna. Después de que se marchó Él, los discípulos comenzaron a predicar y obrar en todas partes; a causa de esa etapa de la obra, comenzaron a escribir las epístolas y los libros del evangelio. Los correspondientes al Nuevo Testamento se escribieron entre veinte y treinta años después de la crucifixión de Jesús. Antes, el pueblo de Israel sólo leía el Antiguo Testamento. Es decir, al principio de la Era de la Gracia, las personas leían el Antiguo Testamento. El Nuevo sólo apareció durante la Era de la Gracia. No existía cuando Jesús obraba; las personas registraron Su obra después de que resucitara y ascendiera. Sólo entonces se materializaron los cuatro Evangelios y, además de estos, las epístolas de Pablo y Pedro, así como el libro de Apocalipsis. Más de trescientos años después de que Jesús ascendió al cielo, generaciones posteriores recopilaron estos documentos de manera selectiva, y solo entonces se produjo el Nuevo Testamento de la Biblia. Solo después de que esta obra se completó hubo un Nuevo Testamento; no existía previamente. Dios había hecho toda esa obra, y Pablo y los demás apóstoles habían escrito muchas epístolas a las iglesias en distintos lugares. Quienes vinieron después de ellos combinaron sus epístolas y anexaron la mayor visión registrada por Juan en la isla de Patmos, en la cual se profetizó la obra de Dios de los últimos días. Las personas hicieron esta secuencia, que es distinta a las declaraciones de hoy. Lo que se registra en la actualidad es acorde a los pasos de la obra de Dios; las personas se comprometen hoy con Su obra personal y con las palabras que Él mismo pronunció. Vosotros, la humanidad, no debéis interferir; las palabras, que vienen directamente del Espíritu, se han arreglado paso a paso, y son diferentes del arreglo de los registros del hombre. Puede decirse que lo que registraron fue acorde con su nivel de educación y calibre humano, que fueron las experiencias de los hombres, que cada uno tuvo sus propios medios de recopilar y conocer, y que cada registro era diferente. Por tanto, ¡si adoras la Biblia como si fuera Dios eres extremadamente ignorante y estúpido! ¿Por qué no buscas la obra del Dios de hoy? Sólo ella puede salvar al hombre. La Biblia no puede salvar al hombre; las personas podrían leerla por miles de años y aun así no experimentar ni el más mínimo cambio, y si la adoras, nunca obtendrás la obra del Espíritu Santo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (3)

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