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Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 415

983 13/10/2020

Para vivir una vida espiritual normal, uno debe ser capaz de recibir nueva luz diariamente y buscar una comprensión real de las palabras de Dios. Uno debe ver la verdad con claridad, encontrar un camino de práctica en todos los asuntos, descubrir nuevas cuestiones mediante la lectura diaria de las palabras de Dios y darse cuenta de las propias limitaciones para poder tener un corazón que anhele y busque y mueva todo su ser, para estar tranquilo ante Dios en todo momento, con un profundo temor de quedarse atrás. Una persona con tal corazón de anhelo y búsqueda, dispuesta a alcanzar continuamente la entrada, está en el camino correcto de la vida espiritual. Aquellos que son conmovidos por el Espíritu Santo, que desean hacerlo mejor, que están dispuestos a buscar ser perfeccionados por Dios, que anhelan una comprensión más profunda de Sus palabras, que no buscan lo sobrenatural sino que pagan un precio real, a las que les importa realmente la voluntad de Dios, que logran la entrada en la realidad de manera que sus experiencias son más genuinas y auténticas, que no buscan palabras y doctrinas vacías o sentir lo sobrenatural, que no adoran a ninguna gran personalidad; estos son los que han entrado en una vida espiritual normal. Todo lo que hacen tiene como objetivo lograr un mayor crecimiento vital y tener un espíritu fresco y vivaz, y siempre son capaces de lograr la entrada de forma activa. Sin darse cuenta, llegan a comprender la verdad y entran en la realidad. Aquellos con una vida espiritual normal encuentran la liberación y la libertad de espíritu cada día, y pueden practicar las palabras de Dios de forma libre para Su satisfacción. Para estas personas, orar no es una formalidad o un procedimiento; cada día, son capaces de seguir el ritmo de la nueva luz. Por ejemplo, las personas se entrenan para aquietar su corazón ante Dios y realmente lo logran y no pueden ser perturbadas por nadie. Ninguna persona, evento o cosa puede limitar su vida espiritual normal. Tal entrenamiento tiene la intención de dar resultados, no de que las personas sigan reglas. Esta práctica no tiene que ver con seguir reglas, sino con promover el crecimiento vital de las personas. Si ves esta práctica solo como reglas a seguir, tu vida nunca cambiará. Puede que estés participando en la misma práctica que los demás, pero mientras que en última instancia ellos son capaces de mantener el ritmo de la obra del Espíritu Santo, tú eres eliminado de la corriente del Espíritu Santo. ¿Acaso no te estás engañando a ti mismo? El propósito de estas palabras es permitir que las personas aquieten su corazón ante Dios, que lo vuelvan hacia Él, para que la obra de Dios no encuentre obstáculos y pueda dar fruto en ellos. Solo así puede la gente conformarse a la voluntad de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Acerca de una vida espiritual normal

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