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Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 477

375 25/10/2020

Aunque las revelaciones naturales tuvieron lugar después de que Pedro comenzara a seguir a Jesús, desde el principio él era, en su naturaleza, alguien dispuesto a someterse al Espíritu Santo y a buscar a Cristo. Su obediencia al Espíritu Santo era pura; no buscaba fama y fortuna, sino que le motivaba la obediencia a la verdad. Aunque Pedro negó en tres ocasiones conocer a Cristo y aunque tentó al Señor Jesús, esas pequeñas debilidades humanas no tuvieron relación con su naturaleza ni afectaron su búsqueda futura; tampoco puede demostrar suficientemente que su tentación fuera un acto de anticristo. La debilidad humana normal es algo que comparten todas las personas del mundo. ¿Cuentas con que Pedro sea diferente? ¿No tienen las personas ciertas opiniones acerca de Pedro porque cometió varios errores insensatos? ¿Y no adoran las personas a Pablo por toda la obra que realizó y todas las epístolas que escribió? ¿Cómo podría ser una persona capaz de percibir la esencia del hombre? ¿Acaso pueden ver algo de tanta insignificancia los que de verdad tienen sentido común? Aunque los muchos años de dolorosas experiencias de Pedro no se registran en la Biblia, esto no prueba que él no tuviera experiencias reales o que no hubiera sido perfeccionado. ¿Cómo puede la obra de Dios ser comprendida completamente por el hombre? Jesús no seleccionó personalmente los relatos incluidos en la Biblia, sino que estos fueron recopilados por generaciones posteriores. De esta forma, ¿no se escogió todo lo registrado en la Biblia de acuerdo a las ideas del hombre? Además, el final de Pedro y el de Pablo no se declara expresamente en las epístolas, por lo que el hombre los juzga a ambos según sus propias percepciones y preferencias. Y como Pablo llevó a cabo tanta obra y como sus “contribuciones” fueron tan grandes, se ganó la confianza de las masas. ¿No se concentra la gente únicamente en superficialidades? ¿Cómo podían las personas ser capaces de percibir la esencia del hombre? Por no hablar de que, habiendo sido Pablo objeto de adoración durante miles de años, ¿quién se atrevería a negar precipitadamente su obra? Pedro era sólo un pescador, así que ¿cómo podía ser su contribución tan grande como la de Pablo? Si uno se basa en la contribución de cada uno, Pablo tendría que haber sido recompensado antes que Pedro y debería haber sido el que estaba mejor calificado para obtener la aprobación de Dios. Quién habría imaginado que, en Su trato con Pablo, Dios se limitara a hacerle trabajar a través de sus dones, mientras que Él perfeccionó a Pedro. No se trata, en modo alguno, de que el Señor Jesús hiciera planes para Pedro y Pablo desde el principio; más bien se les perfeccionó o se les puso a obrar según su naturaleza inherente. Por tanto, lo que las personas ven no son más que las contribuciones externas del hombre, mientras que lo que Dios ve es la esencia del hombre, así como la senda que él busca desde el principio y la motivación subyacente a su búsqueda. Las personas miden al hombre de acuerdo a sus nociones y a sus propias percepciones, pero el final de una persona no se determina según sus externalidades. Por esto digo que si la senda que tomas desde el principio es la del éxito y tu punto de vista respecto a la búsqueda es el correcto desde el inicio, entonces eres como Pedro; si la senda que transitas es la del fracaso, entonces cualquiera que sea el precio que pagues, tu final será el mismo que el de Pablo. Cualquiera que sea el caso, tu destino, tu éxito o tu fracaso están determinados por el hecho de que la senda que buscas sea o no la correcta, y no por tu devoción ni por el precio que pagas. Las esencias de Pedro y de Pablo y los objetivos que buscaban, eran diferentes; el hombre es incapaz de descubrir estas cosas y sólo Dios puede conocerlas en su totalidad. Y es que Dios ve la esencia misma del hombre, mientras que el hombre no conoce nada sobre su propia esencia. El ser humano es incapaz de observar la esencia del hombre o su estatura real y por tanto es incapaz de identificar las razones del fracaso y del éxito de Pablo y Pedro. La razón por la que la mayoría de las personas adora a Pablo y no a Pedro es porque Pablo fue usado para obrar públicamente, la cual la gente puede percibir, así que las personas reconocen los “logros” de Pablo. Entretanto, las experiencias de Pedro son invisibles para el hombre, y lo que él buscó es inalcanzable por el hombre, por tanto, este no tiene interés en Pedro.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine

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