En este momento, la obra de Dios consiste en que todos entren en la senda correcta, tengan una vida espiritual normal y experiencias auténticas, que el Espíritu Santo los conmueva y, teniendo todo esto como fundamento, que acepten las comisiones que Dios les da. El propósito de ingresar en el entrenamiento del reino es permitir que todas vuestras palabras, actos, movimientos, pensamientos e ideas entren en las palabras de Dios, que seáis tocados más a menudo por Dios y, así, desarrolléis un corazón amoroso hacia Él y que asumáis más de la carga de la voluntad de Dios, de forma que todos estén en la senda de ser perfeccionados por Dios para que todos estén en el camino correcto. Una vez que estás en esta senda de ser perfeccionado por Dios, estás en el camino correcto. Una vez que tus pensamientos y tus ideas, así como tus intenciones equivocadas, puedan corregirse, y puedas pasar de ser consciente de la carne a ser consciente de la voluntad de Dios, y una vez que puedas resistirte a la distracción de las intenciones equivocadas cuando surjan y actúes de acuerdo con la voluntad de Dios, si eres capaz de lograr tal transformación, entonces estás en la senda correcta de la experiencia de vida. Una vez que tus prácticas de oración estén en el camino correcto, el Espíritu Santo te tocará en tus oraciones. Cada vez que ores, el Espíritu Santo te tocará; cada vez que ores, serás capaz de aquietar tu corazón delante de Dios. Cada vez que comas y bebas un pasaje de la palabra de Dios, si eres capaz de comprender la obra que Él está llevando a cabo actualmente y puedes entender cómo orar, cómo cooperar y cómo lograr la entrada, solo entonces el que comas y bebas las palabras de Dios dará resultados. Cuando a través de las palabras de Dios puedas encontrar la senda de entrada y percibir la dinámica actual de la obra de Dios, así como la guía de la obra del Espíritu Santo, habrás entrado en el camino correcto. Si no has comprendido los puntos clave mientras comes y bebes las palabras de Dios, y si, posteriormente, sigues sin ser capaz de encontrar una senda en la cual practicar, esto mostrará que sigues sin saber cómo comer y beber apropiadamente Sus palabras y que no has descubierto el método o el principio para hacerlo. Si no has comprendido la obra que Dios está llevando a cabo actualmente, serás incapaz de aceptar las tareas que Él desearía confiarte. La obra que Dios lleva a cabo en la actualidad es, precisamente, aquella en la cual los seres humanos deben entrar y comprender en el presente. ¿Comprendéis estas cosas?
Si coméis y bebéis las palabras de Dios de manera eficaz, vuestra vida espiritual se vuelve normal e, independientemente de las pruebas con las que os enfrentéis, de las circunstancias con las que os podáis topar, de los padecimientos físicos que puedas soportar, del distanciamiento de los hermanos y hermanas o de las dificultades familiares que puedas experimentar, puedes comer y beber de las palabras de Dios de manera normal, orar de manera normal y continuar con tu vida de iglesia de manera normal; si puedes conseguir todo esto, demostrará que estás en el camino correcto. Algunas personas son demasiado frágiles y no tienen perseverancia. Cuando se enfrentan con un pequeño obstáculo, lloriquean y se vuelven negativas. La búsqueda de la verdad exige perseverancia y determinación. Si no habéis satisfecho la voluntad de Dios esta vez, debéis ser capaces de aborreceros a vosotros mismos, y, en el fondo, tener la determinación silenciosa de alcanzar éxito la próxima vez. Si esa vez no fuerais conscientes de la carga de Dios, deberíais estar decididos a rebelaros contra la carne cuando os enfrentéis al mismo obstáculo en el futuro y decidir satisfacer la voluntad de Dios. Así es como os volvéis dignos de elogio. Algunas personas ni siquiera saben si sus propios pensamientos o ideas son correctos; ¡tales personas son necias! Si deseas someter a tu corazón y rebelarte contra la carne, primero debes saber si tus intenciones son correctas; sólo entonces puedes someter a tu corazón. Si no sabes si tus intenciones son correctas, ¿puedes someter a tu corazón y rebelarte contra la carne? Aun si te revelaras, lo harás de una manera confusa. Debes saber cómo rebelarte contra tus intenciones equivocadas; eso es lo que significa rebelarse contra la carne. Una vez que reconoces que tus intenciones, pensamientos e ideas están equivocados, debes dar la vuelta rápidamente y caminar por la senda correcta. Resuelve este asunto primero, y entrénate para lograr la entrada en este aspecto, porque tú sabes mejor que nadie si tus intenciones son correctas o no. Una vez que tus intenciones erróneas se corrijan y ahora estén a favor de Dios, habrás cumplido la meta de someter a tu corazón.
Lo más importante que debéis hacer ahora es obtener conocimiento de Dios y de Su obra. También debes saber cómo lleva a cabo el Espíritu Santo Su obra en la humanidad; estos actos son esenciales para entrar en el camino correcto. Te será más fácil entrar en el camino correcto una vez que hayas comprendido este punto vital. Crees en Dios y lo conoces, y esto muestra que tu fe en Él es genuina. Si continúas adquiriendo experiencia, pero, al final, sigues siendo incapaz de conocer a Dios, entonces eres, sin duda, una persona que se resiste a Dios. Aquellos que sólo creen en Jesucristo, sin creer también en el Dios encarnado de hoy, están condenados. Todos son fariseos de los últimos días, ya que no reconocen al Dios de hoy. Todos se oponen a Dios. Por muy devota que sea su creencia en Jesús, todo será en vano; Dios no los elogiará. ¡Todos aquellos que portan un letrero que dice que creen en Dios, pero no tienen un conocimiento verdadero de Él en su corazón, son hipócritas!
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Sé consciente de la voluntad de Dios para alcanzar la perfección