Todos los que están dispuestos a ser hechos perfectos tienen la oportunidad de serlo, así que todo el mundo debe relajarse: en el futuro todos entrarán en el destino. Pero si eres reticente a ser hecho perfecto y no estás deseoso de entrar en el maravilloso ámbito, es tu propio problema. Todos aquellos que están dispuestos a ser perfeccionados y son leales a Dios, todos los que obedecen y todos los que llevan a cabo su función con fidelidad, todas las personas así pueden ser hechas perfectas. Hoy, todos los que no realizan su deber con lealtad, todos los que no son leales a Dios, los que no se someten a Él, en particular los que han recibido el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo, pero no los ponen en práctica, son incapaces de ser hechos perfectos. Todos los que están dispuestos a ser leales y obedecer a Dios pueden ser hechos perfectos, aunque sean un poco ignorantes; todos los que están dispuestos a buscar pueden ser hechos perfectos. No hay necesidad de preocuparse por esto. Mientras estés dispuesto a continuar en esta dirección, puedes ser hecho perfecto. No estoy dispuesto a abandonar ni a eliminar a ninguno de vosotros, pero si el hombre no se esfuerza para hacerlo bien, sólo te estarás destruyendo; no soy Yo quien te elimina, sino tú mismo. Si no te esfuerzas por hacerlo bien, si eres perezoso o no llevas a cabo tu deber, si no eres leal o no buscas la verdad y siempre haces lo que te place; si actúas temerariamente, luchas por tu propia fama y fortuna y no eres escrupuloso en tus tratos con el sexo opuesto, entonces llevarás la carga de tus propios pecados; no eres digno de la compasión de nadie. Mi intención es que todos vosotros seáis hechos perfectos y, como mínimo, seáis conquistados para que esta etapa de la obra pueda completarse con éxito. El deseo de Dios es que todas las personas sean hechas perfectas, en última instancia ganadas por Él, que sean completamente purificadas por Dios y que se conviertan en personas que Él ama. No importa si Yo digo que sois atrasados o de un bajo calibre, es un hecho. Esto que afirmo no demuestra que Yo pretenda abandonaros, que haya perdido la esperanza en vosotros, y mucho menos que no esté dispuesto a salvaros. Hoy he venido a hacer la obra de vuestra salvación, y esto quiere decir que la obra que hago es la continuación de la obra de salvación. Cada persona tiene la oportunidad de ser hecha perfecta: siempre y cuando estés dispuesto y busques, al final podrás alcanzar este resultado, y ninguno de vosotros será abandonado. Si eres de bajo calibre, Mis requisitos respecto a ti serán acordes con ese bajo calibre; si eres de alto calibre, Mis requisitos respecto a ti serán acordes a tu alto calibre; si eres ignorante y analfabeto, Mis requisitos estarán a la altura de tu nivel de analfabetismo; si eres letrado, Mis requisitos para ti serán acordes al hecho de que seas letrado; si eres anciano, Mis requisitos para ti serán según tu edad; si eres capaz de proveer hospitalidad, Mis requisitos para ti serán conforme a esta capacidad; si afirmas no poder ofrecer hospitalidad, y sólo puedes realizar cierta función, ya sea difundir el evangelio, cuidar de la iglesia o atender a los demás asuntos generales, te perfeccionaré de acuerdo con la función que lleves a cabo. Ser leal, obedecer hasta el final mismo y buscar tener un amor supremo a Dios, esto es lo que debes lograr y no hay mejores prácticas que estas tres cosas. En última instancia, se le requiere al hombre que las realice y, si puede lograrlas, entonces será hecho perfecto. Sin embargo, por encima de todo, debes buscar de verdad, seguir adelante activamente, y no ser pasivo en ese sentido. He dicho que cada persona tiene la oportunidad de ser hecha perfecta y es capaz de serlo, y esto es cierto, pero tú no intentas ser mejor en tu búsqueda. Si no logras cumplir estos tres criterios, al final deberás ser eliminado. Quiero que todos se pongan al día, que todos tengan la obra y el esclarecimiento del Espíritu Santo y sean capaces de obedecer hasta el final de todo, porque este es el deber que cada uno de vosotros debería llevar a cabo. Cuando todos hayáis realizado vuestro deber, habréis sido hechos perfectos y también tendréis un resonante testimonio. Todos los que tienen testimonio son aquellos que han resultado victoriosos sobre Satanás y han ganado la promesa de Dios, y son los que permanecerán para vivir en el maravilloso destino.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso