I
Si no puedes ver tus propios problemas,
tu conocimiento de Dios se afectará.
Algunos ven que son de poco calibre
o que cometen graves transgresiones.
Entonces se abandonan, pierden la esperanza,
no quieren sufrir por la verdad.
No buscan cambiar su carácter,
creen que nunca han cambiado.
Ahora mismo, Dios te dice:
Hay esperanza para los que abordan bien sus problemas
y de la negatividad podrán salir.
Obsérvate justamente, no desistas de la verdad.
II
Algunas personas sí han cambiado,
aunque no se den cuenta.
Sólo ven sus problemas
y dejan de colaborar con Dios.
Por eso su entrada normal se retrasa,
aumentan sus ideas falsas sobre Dios
e influye además en su destino.
Ahora mismo, Dios te dice:
Hay esperanza para los que abordan bien sus problemas
y de la negatividad podrán salir.
Obsérvate justamente, no desistas de la verdad.
III
Los que buscan la verdad cumplen con fidelidad
y no piensan en su destino.
Dios ve el cambio, y si miras con cuidado,
verás que parte de tu corrupción ha cambiado.
Pero si usas los más altos estándares,
nunca alcanzarás ese nivel
y no verás los cambios realizados.
Esto es un error humano.
Ahora mismo, Dios te dice:
Hay esperanza para los que abordan bien sus problemas
y de la negatividad podrán salir.
Obsérvate justamente, no desistas de la verdad.
IV
Si puedes distinguir bien de mal,
entonces mira tus cambios interiores.
No sólo tus propios cambios verás,
también encontrarás la senda a practicar.
Verás que mientras te esfuerces,
hay esperanza de ser salvado.
Ahora mismo, Dios te dice:
Hay esperanza para los que abordan bien sus problemas
y de la negatividad podrán salir.
Obsérvate justamente, no desistas de la verdad.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”