I
Ya que buscamos las huellas de Dios,
debemos buscar la voluntad de Dios,
buscar Sus palabras y declaraciones,
Sus palabras y declaraciones.
Ya que donde hay palabras nuevas de Dios,
está la voz de Dios, la voz de Dios;
donde están las huellas de Dios,
están los actos de Dios.
Donde está la expresión de Dios,
está la aparición de Dios,
y donde está la aparición de Dios,
está la verdad, el camino y la vida.
II
Mientras buscáis las huellas de Dios,
ignoráis que “Él es la verdad, el camino y la vida”.
Cuando mucha gente recibe la verdad,
no creen que han encontrado Sus huellas
y menos aún reconocen la aparición de Dios.
¡Qué falla tan grave! ¡Qué falla tan grave!
Él no aparece concorde a las nociones del hombre,
menos aparece cuando lo pide el hombre.
Cuando Él hace Su obra,
Él toma Sus propias elecciones,
tiene Sus propios planes y metas,
Sus propios objetivos y Sus métodos.
Cuando Él hace Su obra,
no necesita hablar con el hombre,
buscar su consejo, mucho menos avisarles.
Este es el carácter de Dios,
todos deberían entender esto.
III
Si deseas presenciar de Su aparición,
si deseas seguir las huellas de Dios,
debes trascender tus propias nociones.
No debes pedir Dios obre,
mucho menos debes confinarlo
y limitarlo a tus propios conceptos.
En vez, debes preguntar cómo debes buscar Sus huellas,
aceptar la aparición de Dios,
y cómo entregarte a Su nueva obra;
esto es lo que el hombre debe hacer.
Ya que nadie más es la verdad,
y nadie posee la verdad,
el hombre debe buscar, aceptar y obedecer.
Ya que nadie es la verdad, nadie es la verdad,
el hombre debe buscar, aceptar y obedecer,
buscar, aceptar y obedecer.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”