I
Por el bien del hombre, el Creador de un lado a otro va;
cada minuto de Su vida, en silencio da.
Por sí mismo no tiene piedad,
pero atesora a la humanidad que
Él creó y todo lo que tiene le da.
Sólo el Creador por el hombre tiene compasión,
un cariño sincero, inquebrantable afecto.
Sólo Él al hombre misericordia ofrece
y atesora toda Su creación.
II
Da misericordia y tolerancia sin condición,
para que el hombre viva y reciba Su provisión,
y para que un día se someta
y vea que Él nutre la vida del hombre y provee a toda la creación.
Sólo el Creador por el hombre tiene compasión,
un cariño sincero, inquebrantable afecto.
Sólo Él al hombre misericordia ofrece
y atesora toda Su creación.
III
Su corazón se altera con cada acción del hombre:
se enoja, angustia y apena por el mal y la corrupción;
se alboroza, complace y alegra por la fe y la contrición.
Todos Sus pensamientos e ideas giran alrededor de la humanidad.
Lo que Él es y tiene es por el bien de la humanidad;
y todas Sus emociones, entretejidas con el hombre están.
Sólo el Creador por el hombre tiene compasión,
un cariño sincero, inquebrantable afecto.
Sólo Él al hombre misericordia ofrece
y atesora toda Su creación.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”