I
Hice todas las cosas, creé a la humanidad,
y hoy entre los hombres descendí,
pero el hombre se desquita y se venga de Mí.
¿Acaso Mi obra no es beneficiosa?
¿Acaso no puedo satisfacerlos?
Oh, ¿por qué me rechaza el hombre?
Oh, ¿por qué es tan indiferente?
Oh, ¿por qué los cadáveres cubren la tierra?
¿Está así el mundo que hice para el hombre?
Oh, ¿por qué, si yo le di tantas riquezas,
el hombre me devuelve sus manos vacías?
Oh, ¿por qué el hombre no aprecia las declaraciones de Mi boca?
Oh, ¿por qué el hombre rechaza las declaraciones de Mi boca?
Yo no los condeno, sólo quiero que se calmen
y que lleven a cabo la introspección.
II
Hice todas las cosas, creé a la humanidad,
y hoy entre los hombres descendí,
pero el hombre se desquita y se venga de Mí.
¿Acaso Mi obra no es beneficiosa?
¿Acaso no puedo satisfacerlos?
Oh, ¿por qué no me ama el hombre?
Oh, ¿por qué no viene ante Mí?
¿Acaso Mis palabras han sido en vano?
¿Se han desvanecido como el calor del agua?
Oh, ¿por qué no está dispuesto el hombre
a cooperar conmigo?
Oh, ¿por qué el hombre no aprecia las declaraciones de Mi boca?
Oh, ¿por qué el hombre rechaza las declaraciones de Mi boca?
Yo no los condeno, sólo quiero que se calmen
y que lleven a cabo la introspección.
III
¿Es Mi día realmente la muerte del hombre?
¿Acaso podría destruir al hombre al formar Mi reino?
Oh, ¿por qué, en todo Mi plan de gestión,
nadie comprendió Mi voluntad?
Oh, ¿por qué el hombre no aprecia las declaraciones de Mi boca?
Oh, ¿por qué el hombre rechaza las declaraciones de Mi boca?
Yo no los condeno, sólo quiero que se calmen
y que lleven a cabo la introspección.
Yo no los condeno, sólo quiero que se calmen
y que lleven a cabo la introspección.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
