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Palabras diarias de Dios: El carácter de Dios, lo que Él tiene y es | Fragmento 234

579 03/10/2020

Bienaventurados son los que han leído Mis palabras y creen que se cumplirán. No te maltrataré en absoluto, haré que se cumpla en ti aquello en lo que crees. Esta es Mi bendición, que recae sobre ti. Mis palabras golpean los secretos escondidos en cada persona, todos tienen heridas mortales y Yo soy el buen médico que las sana. Simplemente entrad en Mi presencia. ¿Por qué dije que en el futuro no habrá más dolor ni más lágrimas? Es por esta razón. En Mí todo se logra, pero en los seres humanos todas las cosas son corruptas, vacías y engañosas. En Mi presencia recibirás seguro todas las cosas y desde luego verás y disfrutarás todas las bendiciones que nunca podrías haber imaginado. Aquellos que no se presentan ante Mí son sin duda rebeldes y son los que se resisten a Mí. Desde luego, no los dejaré ir fácilmente; castigaré a tales personas con severidad. ¡Recuerda esto! Mientras más personas se presenten ante Mí, más obtendrán, aunque sólo será gracia. Después, recibirán aún mayores bendiciones.

Desde la creación del mundo, he empezado a predestinar y seleccionar a este grupo de personas; a saber, vosotros los de hoy. Tu temperamento, calibre, aspecto y estatura, la familia en la que naciste, tu trabajo y tu matrimonio; tú en tu totalidad, incluso el color de tu pelo y tu piel, y el momento de tu nacimiento; todo fue dispuesto por Mis manos. Arreglé con Mi mano las cosas que haces y las personas que conoces todos los días, por no mencionar el hecho de que traerte a Mi presencia hoy se hizo en realidad por Mi arreglo. No te entregues al desorden; debes proceder con calma. Lo que Yo te permito disfrutar hoy es una parte que mereces y ha sido predestinada por Mí desde la creación del mundo. Los seres humanos son muy extremos: o son excesivamente obstinados o completamente desvergonzados. No pueden abordar las cosas según Mi plan y Mis arreglos. No hagas esto por más tiempo. En Mí, todo está emancipado; no te ates a ti mismo, ya que habrá pérdida con respecto a tu vida. ¡Recuerda esto!

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 74

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