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Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 394

364 08/10/2020

El mayor defecto del hombre que tiene fe en Dios es que su fe sólo es de palabras y Dios para nada existe en su vida práctica. Todos los hombres, de hecho, creen en la existencia de Dios; sin embargo, Dios no es parte de sus vidas diarias. Muchas oraciones de Dios salen de la boca del hombre, pero Dios tiene poco lugar en su corazón, y por eso Dios prueba al hombre una y otra vez. Ya que el hombre es impuro, Dios no tiene alternativa sino probar al hombre para que se sienta avergonzado y se llegue a conocer a sí mismo en las pruebas. De otro modo, todos los hombres se convertirán en hijos del arcángel y el hombre se hará cada vez más corrupto. Durante la creencia del hombre en Dios, muchos motivos y objetivos personales son expulsados a medida que Dios lo limpia sin cesar. De otro modo, Dios no puede usar a ningún hombre y no tiene manera de hacer en el hombre la obra que debe hacer. Dios primero limpia al hombre. En este proceso, el hombre puede llegar a conocerse a sí mismo y Dios puede transformar al hombre. Sólo después de esto puede Dios obrar Su vida en el hombre, y sólo de esta manera puede el corazón del hombre volverse por completo a Dios. Así que, creer en Dios no es tan simple como el hombre puede decir. Según Dios lo ve, si sólo tienes conocimiento pero no tienes Su palabra como vida, si estás limitado sólo a tu propio conocimiento pero no puedes practicar la verdad o vivir la palabra de Dios, entonces esto es prueba de que todavía no tienes un corazón para amar a Dios, y muestra que tu corazón no le pertenece a Dios. Llegar a conocer a Dios creyendo en Él: esta es la meta final y es lo que el hombre debe buscar. Debes consagrar esfuerzo en vivir las palabras de Dios, para que se puedan llevar a cabo en tu práctica. Si sólo tienes conocimiento doctrinal, entonces tu fe en Dios se quedará en nada. Sólo si luego también practicas y vives Su palabra, tu fe se puede considerar completa y de acuerdo con la voluntad de Dios. En este camino, muchos hombres pueden hablar de mucho conocimiento, pero en el momento de su muerte, sus ojos llenan de lágrimas y se odian a sí mismos por haber desperdiciado toda una vida y haber vivido en vano hasta la vejez. Sólo tienen entendimiento, pero nunca la oportunidad de glorificar a Dios. Pasaron todas sus vidas luchando y caminando de aquí para allá, sin embargo, en su hora de muerte, hay arrepentimiento en sus corazones. Sólo en la hora de su muerte muchos vuelven en sí y se dan cuenta del significado de la vida. ¿No es entonces demasiado tarde? ¿Por qué no aprovechas el día y buscas la verdad que amas? ¿Por qué esperar hasta mañana? Si en vida no sufres por la verdad o buscas obtenerla, ¿podría ser que desearas sentir arrepentimiento en tu lecho de muerte? Si es así, ¿entonces por qué creer en Dios? En verdad, hay muchos asuntos en los que el hombre, si le consagra sólo el más mínimo esfuerzo, puede poner la verdad en práctica y así agradar a Dios. Los demonios constantemente poseen el corazón del hombre, por lo que no puede actuar en favor de Dios. Más bien, constantemente va de aquí para allá por la carne, y al final no se beneficia de nada. Es por estas razones que el hombre tiene constantes problemas y aflicciones. ¿No son estos los tormentos de Satanás? ¿No es esto la corrupción de la carne? No debes engañar a Dios sólo prestando servicio de labios para afuera. Más bien, debes tomar una acción tangible. No te engañes a ti mismo; ¿qué significado hay en eso? ¿Qué puedes ganar por vivir por el bien de tu carne y por trabajar duro por la fama y la fortuna?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Ya que crees en Dios, deberías vivir para la verdad

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