Si las personas no tienen confianza alguna, no es fácil para ellas continuar por esta senda. Todos pueden ver ahora que la obra de Dios no está conforme en lo más mínimo con las nociones de las personas; por mucha obra que Él haga o por mucho que hable, Su obra y Sus palabras no están en línea con las nociones humanas en absoluto. Así, la gente debe tener la confianza y la fuerza de voluntad para ser capaces de apoyar lo que ya han visto, y lo que han obtenido en sus experiencias. Independientemente de lo que Dios haga en las personas, estas deben conservar lo que ellas mismas poseen, ser sinceras ante Él, y serle fieles a Él hasta el final. Esta es la obligación de la humanidad. Las personas deben respetar aquello que deberían hacer. La creencia en Dios exige obediencia a Él y que se experimente Su obra. Él ha realizado mucha obra; se podría decir que, para las personas, todo es perfeccionamiento, refinamiento y, más aún, castigo. No ha habido un solo paso de la obra de Dios que haya estado en sintonía con las nociones humanas; lo que las personas han disfrutado son duras palabras de Dios. Cuando Él venga, las personas deberían disfrutar de Su majestad y de Su ira. Sin embargo, por muy duras que sean Sus palabras, Él viene a salvar y a perfeccionar a la humanidad. Como criaturas, las personas deberían cumplir las obligaciones que son su deber, y mantenerse como testigos de Dios en medio del refinamiento. En cada prueba deberían conservar el testimonio oportuno, y hacerlo de manera resonante por Dios. Una persona que hace esto es una vencedora. Independientemente de cómo te refine Dios, te mantienes lleno de confianza y nunca pierdes la confianza en Él. Haz lo que el hombre debería hacer. Esto es lo que Dios exige del hombre, y su corazón debería ser capaz de regresar por completo a Él y acudir a Él en cada momento. Esto es ser un vencedor. Aquellos a los que Dios alude como “vencedores” son los que siguen siendo capaces de mantenerse como testigos y de conservar su confianza y su devoción a Dios cuando están bajo la influencia de Satanás y mientras estén bajo su asedio, es decir, cuando se encuentren entre las fuerzas de las tinieblas. Si sigues siendo capaz de mantener un corazón puro ante Dios y tu amor genuino por Él pase lo que pase, entonces te estás manteniendo como testigo delante de Él, y esto es a lo que Él se refiere como ser un “vencedor”. Si tu búsqueda es excelente cuando Dios te bendice, pero retrocedes cuando Él no lo hace, ¿es esto pureza? Si estás seguro de que este camino es verdadero, debes seguirlo hasta el final; debes mantener tu devoción a Dios. Si has visto que Dios mismo ha venido a la tierra a perfeccionarte, debes entregarle del todo tu corazón. Si todavía puedes seguir a Dios, haga lo que haga, aunque Él determine un desenlace desfavorable para ti al final, esto es mantener tu pureza ante Dios. Ofrecer un cuerpo espiritual santo y una virgen pura a Dios significa mantener un corazón sincero ante Él. Para la humanidad, la sinceridad es pureza, y la capacidad de ser sincero hacia Dios es mantener la pureza. Esto es lo que deberías poner en práctica. Cuando debes orar, debes orar; cuando debes reunirte en comunión, lo haces; cuando debes cantar himnos, cantas; y cuando debes renunciar a la carne, renuncias a la carne. Cuando llevas a cabo tu obligación no lo haces para salir del paso; cuando te enfrentas a pruebas, te mantienes firme. Esto es devoción a Dios. Si no respaldas lo que las personas deberían hacer, todo tu sufrimiento y tus ambiciones anteriores no han sido más que esfuerzos fútiles.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Debes mantener tu lealtad a Dios
MANTENTE FIRME A LO QUE EL HOMBRE DEBE HACER
I
Ofrecer una virgen pura y un sagrado cuerpo espiritual, es mantener un corazón de sinceridad enfrente de Dios. Para la humanidad, poder ser sinceros a Dios es la pureza. La obra del Espíritu Santo tiene una regla: El hombre buscará con toda la fuerza del corazón, no dudar de las acciones de Dios, siempre mantener su deber. Solamente así se alcanza la obra del Espíritu Santo. Este camino es verdad ya lo sabes, debes seguirlo hasta el final, mantén tu devoción a Dios. Ya que has visto que Él mismo vino a perfeccionarte a la tierra, le deberías entregar tu corazón. Sin importar lo que Él haga, aunque tu resultado sea malo, aún puedes siempre seguirlo a Él. Esto es mantener la pureza.
II
En cada paso de la obra de Dios, la humanidad debe tener enorme fe, y debe buscar frente a Dios. Solo por la experiencia puede la gente hallar la belleza de Dios, ver cómo obra el Espíritu Santo. Si tú no experimentas, si no sientes tu camino así, si no buscas, no obtendrás nada. Por la experiencia verás los actos de Dios y cuán maravilloso, cuán insondable Él es. Este camino es verdad ya lo sabes, debes seguirlo hasta el final, mantén tu devoción a Dios. Ya que has visto que Él mismo vino a perfeccionarte a la tierra, le deberías entregar tu corazón. Sin importar lo que Él haga, aunque tu resultado sea malo, aún puedes siempre seguirlo a Él. Esto es mantener la pureza. Cumple el deber de una criatura, sin importar cómo sea el resultado, busca amar y conocer a Dios, no te quejes de la forma que Dios te trate.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”