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Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 489

387 26/10/2020

Obtener conocimiento de la practicidad y un profundo entendimiento de la obra de Dios; ambas cosas están en Sus palabras, y sólo mediante estas declaraciones puedes adquirir esclarecimiento, por tanto deberías hacer más para equiparte con las palabras de Dios. Comunica tu entendimiento de las palabras de Dios en la enseñanza y, de esta manera puedes esclarecer a otros y darles una salida; esta senda es práctica. Antes de que Dios disponga un entorno para ti, cada uno debéis equiparos primero con Sus palabras. Esto es algo que todos deberían hacer, es una prioridad urgente. Primero, llega a un punto donde sepas cómo comer y beber de las palabras de Dios. En cualquier cosa que seas incapaz de hacer, busca en Sus palabras una senda de práctica, y analiza estas declaraciones para cualquier asunto que no entiendas o cualquier dificultad que puedas tener. Haz de las palabras de Dios tu provisión, y permíteles asistirte para resolver dificultades y problemas prácticos. Además, deja que ellas se conviertan en tu ayuda en la vida. Estas cosas exigen que pongas esfuerzo de tu parte. Al comer y beber la palabra de Dios, debes lograr resultados, debes ser capaz de sosegar tu corazón ante Él, y debes practicar de acuerdo con Sus declaraciones cuandoquiera que encuentres cualquier problema. Cuando no te encuentres problemas, sólo debes preocuparte de comer y beber de Su palabra. En ocasiones puedes orar y contemplar el amor de Dios, compartir en la comunicación tu entendimiento de Sus palabras y comunicar sobre el esclarecimiento y la iluminación que experimentas en tu interior y tus reacciones al haber leído estas declaraciones. Además, puedes proporcionarle a la gente una salida. Sólo esto es práctico. El objetivo de actuar así es permitir que las palabras de Dios se conviertan en tu provisión práctica.

En el transcurso de un día, ¿cuántas horas pasas auténticamente ante Dios? ¿Cuánto de tu día se le da realmente a Dios? ¿Cuánto se le da a la carne? Tener el corazón de uno mismo orientado siempre hacia Dios es el primer paso para estar en la senda correcta de ser perfeccionado por Él. Si puedes consagrar tu corazón, tu cuerpo y todo tu amor verdadero a Dios, ponerlos delante de Dios, serle completamente obediente y ser absolutamente considerado con Su voluntad, no para la carne, no para la familia y no para tus propios deseos personales, sino para los intereses de la casa de Dios, tomando la palabra de Dios como el principio y fundamento de todo, entonces, al hacer esto, todas tus intenciones y todas tus perspectivas estarán en el lugar correcto y entonces serás una persona ante Dios que recibe Sus elogios. A Dios le gustan las personas que son absolutas con Él, las que le son leales únicamente a Él. Aquellos a quienes Dios aborrece son los que son tibios con Él y se rebelan contra Él. Aborrece a quienes creen en Él, y siempre quieren disfrutarle, pero luego son incapaces de gastarse completamente por Él. Aborrece a quienes afirman amarlo, pero se rebelan contra Él en sus corazones; aborrece a quienes usan palabras pomposas y elocuentes para engañar. Los que no tienen una dedicación genuina a Dios o no se han sometido de verdad a Él son personas traicioneras, demasiado arrogantes por naturaleza. Los que no pueden ser auténticamente sumisos ante el Dios normal y práctico son incluso más arrogantes, y ellos en especial son la progenie obediente del arcángel. La gente que se gasta de verdad por Dios ponen todo su ser ante Él, se someten genuinamente a todas Sus declaraciones, y son capaces de poner en práctica Sus palabras. Hacen de las palabras de Dios el fundamento de su existencia, y son capaces de buscar con sinceridad entre las palabras de Dios para averiguar qué partes practicar. Así es la gente que vive realmente ante Dios. Si lo que haces es beneficioso para tu vida, si comiendo y bebiendo de Sus palabras puedes suplir tus necesidades interiores y tus deficiencias, de forma que tu carácter vital se transforme, entonces esto satisfará la voluntad de Dios. Si actúas de acuerdo a las exigencias de Dios, y si no satisfaces a la carne sino que en vez de eso satisfaces Su voluntad, entonces en esto habrás entrado en la realidad de Sus palabras. Cuando se habla de entrar de manera más realista en la realidad de las palabras de Dios, esto significa que puedes llevar a cabo tu obligación, y cumplir las exigencias de Dios. Sólo estos tipos de acciones prácticas pueden denominarse entrar en la realidad de Sus palabras. Si eres capaz de entrar en esta realidad, entonces poseerás la verdad. Este es el principio de entrar en la realidad; primero debes llevar a cabo este entrenamiento, y sólo después de esto podrás entrar en realidades incluso más profundas. Considera cómo guardar los mandamientos y cómo ser leal ante Dios, no pienses constantemente en cuándo serás capaz de entrar en el reino. ¡Si tu carácter no cambia, entonces cualquier cosa que pienses será inútil! Para entrar en la realidad de las palabras de Dios, primero debes llegar al punto donde todas tus ideas y pensamientos sean para Él; esta es la necesidad básica.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Aquellos que de verdad aman a Dios son los que pueden someterse completamente a Su practicidad

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