I
Aunque Job nunca había oído ni visto a Dios,
le guardaba un lugar en el corazón.
Su actitud hacia Dios era:
"bendito sea el nombre de Jehová".
Bendecía el nombre de Dios sin condiciones,
sin importar el contexto ni las razones.
Job había dado Su corazón a Dios,
entregándose al control de Dios;
todo lo que pensaba, sentía y decidía
no estaba cerrado, sino abierto a Dios.
Su corazón no se oponía a Dios,
nunca le había pedido nada ni que hiciese algo por él,
y no tenía deseos extravagantes
de que ganaría algo por adorar a Dios.
Job no habló de negocios con Dios, ni le pidió nada.
Él alabó el nombre de Dios
debido al gran poder y la autoridad de Dios
en Su dominio de todas las cosas.
La alabanza de Job no dependía
de ganarse bendiciones o enfrentarse al desastre.
II
Job creía que, ya sea que Dios bendiga
o desate el desastre sobre la gente,
el poder y la autoridad de Dios no cambian;
se debe alabar el nombre de Dios en toda circunstancia.
El hombre es bendecido por Dios debido a Su soberanía,
cuando el desastre ocurre,
eso también se debe a Su soberanía.
El poder y la autoridad de Dios
rigen y disponen todo respecto al hombre;
Dios lo demuestra en la cambiante fortuna del hombre.
Más allá de la opinión, hay que alabar el nombre de Dios.
Esta es la experiencia que vivió Job
y que llegó a entender en su vida.
Dios vio y oyó los pensamientos y actos de Job
y los consideró importantes.
Dios apreció el conocimiento de este hombre
y lo valoró por su corazón.
III
El corazón de Job esperaba la orden de Dios.
No importaba el momento ni el lugar,
él aceptaba todo lo que le acontecía.
No le pedía nada a Dios.
Se exigía a sí mismo esperar, aceptar, afrontar y obedecer
todo lo que disponía Dios.
Job creía que eso era su deber,
exactamente lo que quería Dios.
Job no habló de negocios con Dios, ni le pidió nada.
Él alabó el nombre de Dios
debido al gran poder y la autoridad de Dios
en Su dominio de todas las cosas.
La alabanza de Job no dependía
de ganarse bendiciones o enfrentarse al desastre.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”