I
Si quieres ser perfeccionado
y tomar el buen camino,
tu corazón debe vivir con Dios,
no sigas alocado a Satanás.
No dejes que Satanás pueda obrar.
No dejes que te use.
Entrégate a Dios por completo,
deja que Dios reine por completo.
Evalúa lo que haces, piensas y dices,
e intenta entender tu estado real,
toma el camino de la obra del Espíritu
y así tu relación con Dios será normal.
II
¿Acaso quieres que Satanás te use
para convertirte en su sirviente?
¿Acaso tu fe es para que Dios te perfeccione
o para ser un contraste en Su obra?
¿Acaso deseas que Dios te obtenga
para vivir una vida plena?
¿O sólo deseas vivir una vida vacía y sin valor?
Evalúa lo que haces, piensas y dices,
e intenta entender tu estado real,
toma el camino de la obra del Espíritu
y así tu relación con Dios será normal.
III
¿Acaso quieres que Dios te use
o que te explote Satanás?
¿Llenarte de las palabras y verdades de Dios
o del pecado y de Satanás?
Comprende que, en tu vida, lo que haces y dices
puede hacer que tu relación con Dios
se convierta en anormal.
Rectifica y ve por el buen camino.
Evalúa lo que haces, piensas y dices,
e intenta entender tu estado real,
toma el camino de la obra del Espíritu
y así tu relación con Dios será normal.
IV
Al sopesar si tus vínculos
con Dios son buenos y firmes,
rectifica tus intenciones,
conoce la esencia del hombre.
Para que puedas conocerte,
empieza a vivir de verdad.
Te abandonarás de verdad
y te entregarás a Dios.
Cuando compartas con Dios un vínculo normal,
encontrarás formas de ser perfeccionado,
formas en las que obra el Espíritu Santo.
Verás las artimañas de Satanás.
Así es como uno es perfeccionado.
Evalúa lo que haces, piensas y dices,
e intenta entender tu estado real,
toma el camino de la obra del Espíritu
y así tu relación con Dios será normal.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”