I
Ahora es el momento en el que Dios determina el final para cada hombre,
no la etapa en la que Él comenzó a obrar en el hombre.
Dios escribe en Su libro las palabras y acciones de cada hombre,
así como su trayectoria como seguidor de Dios,
sus características inherentes y su desempeño final.
De esta manera, ninguna actitud del hombre escapará de la mano de Dios
y todos estarán con su propia especie según lo designe Dios.
De esta manera, ninguna actitud del hombre escapará de la mano de Dios
y todos estarán con su propia especie según lo designe Dios.
II
Dios decide el destino de cada hombre no en base a su edad, antigüedad,
cantidad de sufrimiento ni, mucho menos, según el grado de compasión que provoca,
sino en base a si posee la verdad.
No hay más decisión que esta.
Ustedes deben darse cuenta de que
todos los que no siguen la voluntad de Dios serán castigados.
Este es un hecho inmutable, un hecho inmutable.
Por tanto, todos los que son castigados,
reciben castigo por la justicia de Dios
y como retribución por sus acciones malvadas.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”