Menú

A continuación

Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 188

2,556 22/09/2020

En la humanidad, clasifico a todas las personas en tres tipos. El primero es el de los no creyentes, los que no tienen creencias religiosas. Se les llama incrédulos. La inmensa mayoría de ellos sólo cree en el dinero, sólo busca sus propios intereses, son materialistas, y sólo creen en el mundo material, no en el ciclo de la vida y la muerte ni en ningún relato de deidades y fantasmas. Los catalogo como los incrédulos, y son el primer tipo. El segundo tipo son las diversas personas de fe aparte de los incrédulos. En la humanidad, divido a estas personas de fe en varios tipos principales: el primero son los judíos, el segundo los católicos, el tercero los cristianos, el cuarto los musulmanes y el quinto los budistas; hay cinco tipos. Estos son los diversos tipos de personas de fe. El tercer tipo son los que creen en Dios, y es el que está relacionado con vosotros. Esta clase de creyentes son aquellos que siguen a Dios hoy. Estas personas se dividen en dos tipos: las personas escogidas por Dios y los hacedores de servicio. ¡Correcto! Estos tipos principales se han diferenciado claramente. Por tanto, ahora sois capaces de diferenciar claramente en vuestras mentes los tipos y clasificaciones de humanos. Los primeros son los incrédulos; he dicho lo que son estos. Muchos incrédulos sólo creen en el Viejo Hombre en el Cielo; creen que este controla el viento, la lluvia y el trueno, y confían en él a la hora de plantar cultivos y de la cosecha; sin embargo, cuando se menciona la creencia en Dios se muestran reacios. ¿Puede llamarse esto creencia en Dios? Tales personas están incluidas entre los incrédulos. Los que no creen en Dios y sólo lo hacen en el Viejo Hombre en el Cielo son todos incrédulos; todos aquellos que no creen en Dios ni siguen a Dios, lo son. El segundo tipo son los que pertenecen a las cinco religiones principales y creen en un Dios confuso. El tercer tipo son los que creen en el Dios práctico que se ha hecho carne durante los últimos días: los que siguen a Dios hoy. ¿Y por qué he dividido a todos los humanos en estos tipos? (Porque tienen un destino y un final diferente). Ese es un aspecto. Porque, cuando estas diferentes razas y tipos de personas vuelvan al mundo espiritual, tendrán cada una un lugar distinto al que ir, se verán sujetos a diferentes leyes del ciclo de la vida y la muerte, y esta es la razón por la que he catalogado a los seres humanos en estos tipos principales.

El ciclo de la vida y la muerte de los incrédulos

Comencemos con el ciclo de la vida y la muerte de los incrédulos. Después de morir la persona, se la lleva un alguacil del mundo espiritual. ¿Qué es lo que se lleva? No su carne, sino su alma. Cuando esto ocurre, llega a un lugar que es una agencia del mundo espiritual, que recibe especialmente las almas de las personas que acaban de morir. (Una anotación: El primer lugar al que van después de que cualquier persona muera es extraño para el alma). Después de llevarlo a este lugar, un oficial lleva a cabo las primeras comprobaciones, confirmando su nombre, dirección, edad y lo que hicieron con su vida. Todo lo que hizo en su vida se registra en un libro y se verifica para comprobar su exactitud. Después de que todo se haya comprobado, la conducta y las acciones de la persona a lo largo de su vida se utilizan para determinar si será castigada o continuará reencarnándose como una persona, que es la primera etapa. ¿Da miedo esta primera etapa? No da demasiado miedo, porque lo único que ha ocurrido es que la persona ha llegado a un lugar sombrío y poco familiar. Eso no asusta demasiado.

En la segunda etapa, si esta persona ha hecho muchas cosas malas a lo largo de su vida, si ha cometido muchos actos malvados, la llevarán a un lugar de castigo para ser castigada. Allí es donde la llevarán, a un lugar expresamente para el castigo de las personas. Los detalles de cómo serán castigadas depende de los pecados cometidos, y de cuántas cosas malvadas hicieron antes de morir, que es la primera situación que acontece en la segunda etapa. Por las cosas que hicieron y el mal que cometieron antes de morir, cuando se reencarnan después de su castigo —cuando nacen otra vez en el mundo material—, algunas personas seguirán siendo humanas y otras pasarán a ser animales. Es decir, después de que una persona vuelva al mundo espiritual, recibe el castigo por el mal que ha cometido; además, por las cosas malvadas que ha hecho, en su siguiente reencarnación no será un ser humano, sino un animal. El abanico de animales en los que podrían convertirse incluye vacas, caballos, cerdos y perros. Algunas personas podrían pasar a ser un pájaro en el cielo, un pato o un ganso… Después de haberse reencarnado como un animal, cuando muere regresa al mundo espiritual y, como antes, según su comportamiento antes de morir, el mundo espiritual decidirá si se reencarna o no como una persona. La mayoría de las personas comete muchas maldades, sus pecados son muy graves, y por ello al reencarnarse lo hacen en un animal de siete a doce veces. ¡De siete a doce veces! ¿No es aterrador? ¿Qué es aterrador para vosotros? Una persona que se convierte en un animal, eso es aterrador. Y para una persona, ¿qué es lo más doloroso de transformarse en un animal? No tener lenguaje, tener sólo pensamientos simples, ser capaz de hacer solamente las cosas que los animales hacen y comer lo que estos comen, tener la mentalidad simple y el lenguaje corporal de un animal, no ser capaz de caminar erguido, no ser capaz de comunicarse con los humanos, y ninguna conducta o actividad de los humanos tiene relación con los animales. Es decir, entre todas las cosas, ser un animal os convierte en los más inferiores de todas las cosas vivientes, y es mucho más doloroso que ser humano. Este es un aspecto del castigo del mundo espiritual para aquellos que han hecho mucho mal y que han cometido grandes pecados. En cuanto a la severidad del castigo, esta se decide según el tipo de animal que pasan a ser. Por ejemplo, ¿ser un cerdo es mejor que ser un perro? ¿Vive un cerdo mejor o peor que un perro? Peor, sin duda. Si las personas pasan a ser una vaca o un caballo, ¿vivirán mejor o peor que un cerdo? (Mejor). Es como si dándote a elegir, tuvieras buen gusto. ¿Será más cómodo si alguien pasa a ser un gato? Lo será mucho más que ser un caballo o una vaca. Si pudierais elegir entre animales, escogeríais ser un gato, y eso es más cómodo, porque podríais pasar todo vuestro tiempo durmiendo. Ser una vaca o un caballo es más laborioso, y por tanto si las personas se reencarnan como una vaca o un caballo, tienen que trabajar duro; parece un duro castigo. Ser un perro es un poco mejor que ser vaca o caballo, porque un perro tiene una relación más estrecha con su amo. Aun más, hoy, ¡muchas personas tienen un perro y después de tres o cinco años este ha aprendido a entender mucho de lo que le dicen! Como un perro puede entender muchas palabras de su amo, tiene un buen entendimiento de este, y puede adaptarse a su estado de ánimo y sus exigencias, por lo que el amo trata mejor al perro, y este come y bebe mejor, y lo cuidan mejor cuando está enfermo; ¿no disfruta entonces el perro de una vida feliz? Así pues, ser un perro es mejor que ser una vaca o un caballo. Y así, la severidad del castigo de una persona determina cuántas veces se reencarna como un animal y en qué tipo de animal lo hace. Entendéis, ¿verdad?

Como cometieron tantos pecados cuando vivían, algunas personas serán castigadas reencarnándose en un animal entre siete y doce veces. Una vez castigadas un número suficiente de veces, cuando regresan al mundo espiritual son llevadas a otro lugar. Las diversas almas que hay allí ya han sido castigadas y son del tipo que se está preparando para reencarnarse como ser humano. Este lugar clasifica cada alma en un tipo según la clase de familia en la que nacerá, la clase de papel que desempeñará una vez reencarnada, etc. Por ejemplo, algunas personas serán cantantes cuando vengan a este mundo y, por tanto, se las coloca entre los cantantes; algunas serán personas de negocios cuando lo hagan, y por tanto se las coloca entre las personas de negocios; y si alguien va a ser investigador científico cuando sea humano, se le colocará entre los investigadores científicos. Después de ser clasificadas, cada una es enviada según un tiempo diferente y una fecha escogida, tal como las personas envían correos electrónicos hoy. Y así se completará un ciclo de vida y muerte, y es muy dramático. Desde el día en que una persona llega al mundo espiritual hasta que acaba su castigo, puede reencarnarse en un animal muchas veces, y seguidamente se prepara para reencarnarse en un ser humano; es un proceso completo.

¿Se enviará rápidamente al mundo material a quienes ya hayan terminado de ser castigados y no se reencarnarán más en animales, para que se conviertan en seres humanos? ¿O cuánto tiempo pasará antes de que puedan regresar entre los hombres? ¿Con qué frecuencia se reencarnan estas personas en seres humanos? Existen restricciones temporales para esto. Todo lo que ocurre en el mundo espiritual está sujeto a las restricciones y reglas temporales adecuadas; si os lo explico con números, lo entenderéis. Para quienes se reencarnan en un corto período de tiempo, cuando mueren, se prepara su renacimiento como ser humano. El tiempo más corto es de tres días. Para algunas personas es de tres meses, para otras son tres años, treinta años, trescientos años, para algunas incluso tres mil años, y así sucesivamente. Por tanto, ¿qué puede decirse sobre estas reglas temporales, y cuáles son sus detalles? La llegada de un alma al mundo material, el mundo del hombre, se basa en la necesidad: se produce según el papel que esta alma debe desempeñar en este mundo. Cuando las personas se reencarnan en una persona ordinaria, la mayor parte de ellas lo hacen muy pronto, porque el mundo del hombre tiene una necesidad imperiosa de tales personas corrientes y, por ello, tres días después son enviadas a una familia completamente diferente de la que tuvieron antes de morir. Sin embargo, algunas tienen que desempeñar un papel especial en este mundo. “Especial” significa que no hay una gran demanda de estas personas en el mundo del hombre; no se necesitan muchas personas para desempeñar dicho papel y, por tanto, pueden pasar trescientos años antes de reencarnarse. Es decir, esta alma sólo vendrá cada trescientos años, o incluso cada tres mil. ¿Y por qué es así? Porque durante trescientos o tres mil años, ese papel no se requiere en el mundo del hombre, y por ello se quedan en alguna parte del mundo espiritual. Por ejemplo, Confucio. Él tuvo un profundo impacto en la cultura tradicional china. Probablemente todos lo conocéis; su llegada tuvo un profundo efecto en la cultura, el conocimiento, la tradición y el pensamiento de las personas de aquella época. Pero una persona así no es necesaria en cada era, y por tanto tuvo que permanecer en el mundo espiritual y esperar allí trescientos o tres mil años antes de reencarnarse. Como el mundo del hombre no necesitaba a alguien así, tuvo que esperar ociosamente, porque había muy pocos papeles como el suyo y poco que hacer para él. Por consiguiente, tenía que permanecer en el mundo espiritual durante la mayor parte del tiempo, desocupado, hasta que lo enviaran cuando el mundo del hombre tuviera necesidad de él. Así son las normas temporales del reino espiritual para la frecuencia con la que la mayoría de las personas se reencarnan. Tanto si son personas corrientes como si son especiales, el mundo espiritual tiene reglas adecuadas y prácticas correctas para el procesamiento de la reencarnación de las personas, y estas reglas y prácticas proceden de Dios, Él las envía, y ningún alguacil o ser del mundo espiritual las decide ni controla.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único X

Comentarios