Satanás ha corrompido al hombre y este es la más elevada de todas las criaturas de Dios, así que el hombre necesita la salvación de Dios. El objeto de la salvación de Dios es el hombre, no Satanás, y lo que será salvado es la carne y el alma del hombre, no el diablo. Satanás es el objeto de la aniquilación de Dios, el hombre es el objeto de Su salvación, y Satanás ha corrompido la carne del hombre por lo que esta es lo primero que debe ser salvado. La carne del hombre ha sido profundamente corrompida y se ha convertido en algo que se opone a Dios, tanto que incluso se opone y niega abiertamente Su existencia. Esta carne corrupta es simplemente demasiado indisciplinada y no hay nada más difícil con lo cual tratar o cambiar que el carácter corrupto de la carne. Satanás viene a la carne del hombre para provocar perturbaciones y la usa para alterar la obra de Dios y perjudicar Su plan, de tal manera que el hombre se ha convertido en Satanás y en enemigo de Dios. Para que el hombre sea salvado primero debe ser conquistado. Por eso Dios acepta el reto y viene a la carne para hacer la obra que pretende y librar la batalla contra Satanás. Su meta es la salvación del hombre, que se ha corrompido, y la derrota y aniquilación de Satanás, que se rebela contra Él. Derrota a Satanás por medio de Su obra de conquistar al hombre, mientras que al mismo tiempo salva a la humanidad corrupta. Así, es una obra que consigue dos objetivos a la vez. Obra y habla en la carne y emprende toda la obra en la carne con el fin de tener un mejor contacto con el hombre y conquistarlo de mejor manera. La última vez que Dios se haga carne, concluirá en la carne Su obra de los últimos días. Va a clasificar a todos los hombres de acuerdo a su clase, concluirá toda Su gestión y también toda Su obra en la carne. Después de que toda Su obra en la tierra llegue a su fin, resultará completamente victorioso. Al obrar en la carne, Dios habrá conquistado y ganado por completo a la humanidad. ¿No quiere decir esto que toda Su gestión habrá llegado a un fin? Cuando Dios concluya Su obra en la carne, cuando haya derrotado por completo a Satanás y haya salido victorioso, Satanás ya no tendrá oportunidad de corromper al hombre. La obra de la primera encarnación de Dios fue la redención y el perdón de los pecados del hombre. Ahora es la obra de conquistar y ganar por completo a la humanidad para que Satanás ya no tenga manera de hacer su obra, haya perdido completamente y Dios haya salido del todo victorioso. Esta es la obra de la carne y es la obra que Dios mismo hace.
La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios encarnado