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Palabras diarias de Dios: La encarnación | Fragmento 138

641 13/09/2020

Dios no viene a la tierra para perfeccionar Su humanidad normal, ni para hacer la obra de la humanidad normal; Él viene sólo para llevar a cabo la obra de la divinidad dentro de la humanidad normal. Lo que Dios considera humanidad normal no es lo que el hombre se imagina. El hombre define la “humanidad normal” como tener una esposa o un esposo, hijos e hijas, que son prueba de que alguien es una persona normal. Sin embargo, Dios no lo ve de esta manera. Él concibe la humanidad normal como tener pensamientos humanos y vidas normales y haber nacido de gente normal. Pero Su normalidad no incluye tener una esposa o un marido, e hijos, tal y como el hombre habla sobre la normalidad. Es decir, para el hombre, la humanidad normal de la que Dios habla se refiere a lo que el hombre podría considerar ausencia de humanidad, casi carente de sentimientos y supuestamente libre de necesidades carnales, al igual que Jesús, quien sólo tenía el exterior de una persona normal y que asumió la apariencia de una persona corriente, pero en esencia no poseía enteramente lo que una persona normal debe poseer. De aquí se puede ver que la esencia del Dios encarnado no abarca la totalidad de la humanidad normal, sino sólo una parte de las cosas que las personas deberían poseer para mantener las rutinas de la vida humana normal y las facultades humanas normales de la razón. Pero estas cosas no tienen nada que ver con lo que el hombre considera humanidad normal. Ellas son lo que el Dios encarnado debe poseer. Algunas personas dicen, sin embargo, que puede decirse que Dios encarnado posee una humanidad normal sólo si tiene una esposa, hijos e hijas, una familia. Sin estas cosas, dicen ellos, Él no es una persona normal. Entonces te pregunto, ¿tiene Dios una esposa? ¿Es posible que Dios tenga un marido? ¿Puede Dios tener hijos? ¿Acaso no son estas falacias? Sin embargo, el Dios encarnado no puede surgir de grietas entre las rocas o caer desde el cielo. Él sólo puede nacer en una familia humana normal. Es por eso que Él tiene padres y hermanas. Estas son las cosas que la humanidad normal del Dios encarnado debe tener. Este fue el caso con Jesús. Jesús tuvo un padre, una madre, hermanas y hermanos, y todo esto fue normal. Pero si Él hubiese tenido una esposa, hijos e hijas, entonces Su humanidad normal no hubiese sido la que Dios quería en el Dios encarnado. De haber sido así, Él no habría sido capaz de representar la divinidad en Su obra. Fue precisamente porque no tuvo una esposa o hijos, aunque sí nació de gente normal en una familia normal, que Él pudo llevar a cabo la obra de la divinidad. Para aclarar, lo que Dios considera una persona normal es una persona nacida en una familia normal. Sólo una persona como esta está calificada para realizar una obra divina. Si, por otra parte, una persona tiene una esposa, hijos, o un marido, esta persona no sería capaz de hacer la obra divina porque poseería solamente la humanidad normal que los seres humanos requieren, pero no la humanidad normal que Dios requiere. Lo que Dios considera y lo que las personas entienden, a menudo son enormemente diferentes y se encuentran a leguas de distancia. En esta etapa de la obra de Dios, hay muchas cosas que van en contra y que difieren enormemente de las nociones de la gente. Se puede decir que esta etapa de la obra de Dios consiste por completo de que la divinidad obre directamente, con la humanidad desempeñando un papel de apoyo. Debido a que Dios viene a la tierra para llevar a cabo Su obra por sí mismo, en vez de permitir al hombre que le ponga la mano encima, Él se hace carne (se encarna en una persona normal incompleta) para llevar a cabo Su obra. Él usa esta encarnación para presentar a la humanidad una era nueva, para hablarle a la humanidad sobre el siguiente paso de Su obra, a fin de que las personas practiquen de acuerdo al camino descrito por Su palabra. Así Dios concluye Su obra en la carne. Él necesita dejar la humanidad, y ya no seguir habitando en la carne de la humanidad normal, sino más bien alejándose del hombre para realizar otra parte de Su obra. Luego Él utiliza a personas que son conformes a Su corazón para continuar Su obra en la tierra entre este grupo de personas, pero en su humanidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La diferencia esencial entre el Dios encarnado y las personas usadas por Dios

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