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Palabras diarias de Dios: El carácter de Dios, lo que Él tiene y es | Fragmento 236

705 12/09/2020

Ahora promulgo Mis decretos administrativos para vosotros (efectivos a partir del día de su promulgación, asignando diferentes castigos a diferentes personas):

Yo cumplo Mis promesas y todo está en Mis manos, cualquiera que dude ciertamente recibirá la muerte. No hay lugar para ninguna consideración; serán exterminados de inmediato, quitando el odio de Mi corazón. (De ahora en adelante se confirma que cualquiera que reciba la muerte no debe ser miembro de Mi reino, sino que debe ser descendiente de Satanás).

Como hijos primogénitos debéis mantener vuestras propias posiciones y cumplir bien con vuestros propios deberes y no ser entrometidos. Os debéis ofrecer para Mi plan de gestión, y a dondequiera que vayáis, debéis dar buen testimonio de Mí y glorificar Mi nombre. No cometáis actos vergonzosos, sino sed ejemplos para todos Mis hijos y Mi pueblo. No seáis libertinos ni siquiera por un momento: siempre debéis aparecer ante todo el mundo llevando la identidad de hijos primogénitos, y no siendo serviles; sino que debéis caminar hacia delante con la cabeza en alto. Os estoy pidiendo que glorifiquéis Mi nombre, no que lo deshonréis. Aquellos que son hijos primogénitos, cada uno tiene su propia función individual y no puede hacerlo todo. Esta es la responsabilidad que os he dado, y no debe ser eludida. Debéis dedicaros con todo vuestro corazón, con toda vuestra mente y con toda vuestra fuerza a cumplir lo que os he confiado.

A partir de hoy, en todo el mundo-universo, la tarea de pastorear a todos Mis hijos y a todo Mi pueblo se confiará a Mis hijos primogénitos para que la cumplan, y castigaré a cualquiera que no pueda dedicar todo su corazón y mente a cumplirla. Esta es Mi justicia, no perdonaré ni seré ligero ni siquiera con Mis hijos primogénitos.

Si hay alguien entre Mis hijos o entre Mi pueblo que ridiculice e insulte a uno de Mis hijos primogénitos, lo castigaré severamente, porque Mis hijos primogénitos me representan; lo que alguien les haga a ellos, también me lo hace a Mí. Este es el más severo de Mis decretos administrativos. Permitiré que Mis hijos primogénitos administren Mi justicia de acuerdo con sus deseos, en contra de cualquiera de Mis hijos y Mi pueblo que viole este decreto.

Poco a poco abandonaré a cualquiera que me considere frívolamente y se enfoque solo en Mi comida, vestido y sueño; que solo se ocupe de Mis asuntos externos y no tenga ninguna consideración por Mi carga, y que no preste atención a cumplir sus propias funciones apropiadamente. Esto va dirigido a todos los que tienen oídos.

Cualquiera que termine de rendirme servicio se debe retirar sin quejarse. Ten cuidado o de lo contrario me encargaré de ti. (Esto es un decreto adicional).

Mis hijos primogénitos levantarán la vara de hierro de ahora en adelante y comenzarán a ejecutar Mi autoridad para gobernar a todas las naciones y pueblos, para caminar entre todas las naciones y pueblos y para llevar a cabo Mi juicio, justicia y majestad entre todas las naciones y pueblos. Mis hijos y Mi pueblo me temerán, me alabarán, me aclamarán y me glorificarán sin cesar, porque Mi plan de gestión se cumple y Mis hijos primogénitos pueden reinar conmigo.

Esto es una parte de Mis decretos administrativos; después de esto os los diré a medida en que progresa la obra. De los decretos administrativos anteriores, veréis el ritmo al que hago Mi obra, así como qué paso ha alcanzado Mi obra. Esta será la confirmación.

Ya he juzgado a Satanás. Porque Mi voluntad está sin impedimentos, y porque Mis hijos primogénitos han sido glorificados conmigo, ya he ejercitado Mi justicia y majestad hacia el mundo y hacia todas las cosas que pertenecen a Satanás. No muevo un dedo ni presto atención a Satanás en absoluto (porque él no merece ni conversar conmigo). Sólo sigo haciendo lo que quiero hacer. Mi obra se desarrolla sin problemas, paso a paso, y Mi voluntad está sin impedimentos por la tierra entera. Esto ha avergonzado a Satanás hasta cierto punto y ha sido completamente destruido, pero esto en sí no ha cumplido Mi voluntad. También les permito a Mis hijos primogénitos llevar a cabo Mis decretos administrativos sobre ellos. Por un lado, lo que le permito ver a Satanás es Mi ira hacia él; por el otro, le permito ver Mi gloria (ver que Mis hijos primogénitos son los testigos más resonantes para la humillación de Satanás). No lo castigo en persona, sino que dejo que Mis hijos primogénitos lleven a cabo Mi justicia y majestad. Debido a que Satanás solía abusar de Mis hijos, perseguir a Mis hijos y oprimir a Mis hijos, hoy, después de que su servicio ha terminado, les permitiré a Mis hijos primogénitos maduros encargarse de ello. Satanás ha sido impotente contra la caída. La parálisis de todas las naciones en el mundo es el mejor testimonio, las personas luchando y los países en guerra son las manifestaciones aparentes del colapso del reino de Satanás. La razón por la que no mostré ningunas señales ni maravillas en el pasado fue para traer humillación a Satanás y glorificar Mi nombre, paso a paso. Cuando Satanás sea completamente liquidado, Yo comenzaré a mostrar Mi poder: lo que digo se hace realidad y las cosas sobrenaturales que no estén en conformidad con los conceptos humanos se cumplirán (estos se refieren a las bendiciones que están por venir pronto). Porque Yo soy el Dios práctico y no tengo reglas, y porque hablo de acuerdo a los cambios en Mi plan de gestión, lo que he dicho en el pasado no es entonces necesariamente aplicable en el presente. ¡No te aferres a tus propias nociones! No soy un Dios que acate reglas; conmigo todo es libre, trascendente y completamente liberado. Tal vez lo que se dijo ayer sea obsoleto hoy, o quizás pueda ser descartado hoy (sin embargo, Mis decretos administrativos, desde que son promulgados, nunca cambiarán). Estos son los pasos en Mi plan de gestión. No os aferréis a reglamentaciones. Cada día hay nueva luz y hay nuevas revelaciones y ese es Mi plan. Cada día Mi luz se revelará en ti y Mi voz se liberará al mundo-universo. ¿Entiendes? Esta es tu obligación, la responsabilidad que te he confiado. No la debes descuidar ni por un momento. Usaré hasta el final las personas a las que apruebo y esto nunca cambiará. Porque Yo soy el Dios todopoderoso, sé qué clase de persona debe hacer qué cosa, así como qué clase de persona es capaz de hacer qué cosa. Esta es Mi omnipotencia.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 88

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