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Palabras diarias de Dios: El carácter de Dios, lo que Él tiene y es | Fragmento 247

605 10/09/2020

La gente dice que Dios es un Dios justo, y en tanto que el hombre lo siga hasta el final, Él seguramente será imparcial hacia el hombre porque Él es muy justo. Si un hombre lo sigue hasta el final, ¿lo podría desechar? Soy imparcial con todos los hombres, y juzgo a todos los hombres con Mi justo carácter, sin embargo, hay condiciones adecuadas para las exigencias que le hago al hombre, y lo que Yo exijo todos los hombres lo deben cumplir, sin importar quiénes sean. No me importa qué tan amplias o venerables sean tus aptitudes; sólo me importa si caminas en Mi camino y si tienes o no amor y sed por la verdad. Si careces de la verdad y más bien traes vergüenza sobre Mi nombre, y no actúas de acuerdo a Mi camino, y sólo lo sigues sin cuidado o interés, entonces en ese momento te voy a derribar y te voy a castigar por tu maldad y ¿qué tendrás que decir entonces? ¿Podrás decir que Dios no es justo? Hoy, si has cumplido con las palabras que he hablado, entonces eres la clase de persona que apruebo. Dices que siempre has sufrido mientras sigues a Dios, que lo has seguido contra viento y marea, y que has compartido con Él los buenos y los malos tiempos, pero no has vivido las palabras que Dios habló; sólo quieres ir de un lado a otro detrás de Dios todos los días, y nunca has pensado vivir una vida que tenga sentido. Dices que, en cualquier caso, crees que Dios es justo: has sufrido por Él, has ido de un lado a otro por Él, y te has dedicado a Él y has trabajado duro a pesar de no recibir ningún reconocimiento; seguro que se debe acordar de ti. Es verdad que Dios es justo, pero Su justicia no está manchada con ninguna impureza: no contiene voluntad humana, y no está manchada por la carne o por las transacciones humanas. Todos los que son rebeldes y están en oposición, y no están en conformidad con Su camino, serán castigados; ¡ninguno será perdonado y ninguno será salvado! Algunas personas dicen, “Hoy voy de aquí para allá por Ti; cuando llegue el final, ¿me puedes dar una pequeña bendición?”. Así que te pregunto, “¿Has cumplido Mis palabras?”. La justicia de la que hablas se basa en una transacción. Tú sólo piensas que Yo soy justo e imparcial con todos los hombres, y que todos los que me siguen hasta el final están seguros de ser salvos y ganar Mis bendiciones. Hay un significado interno en Mis palabras de que “todos los que me siguen hasta el final están seguros de ser salvos”: los que me siguen hasta el final son a los que Yo ganaré íntegramente; son los que, después de que los haya conquistado, buscan la verdad y son perfeccionados. ¿Qué condiciones has alcanzado? Sólo has conseguido seguirme hasta el final, pero ¿qué más? ¿Has cumplido Mis palabras? Has alcanzado uno de Mis cinco requisitos, pero no tienes la intención de cumplir los cuatro restantes. Sencillamente has encontrado el camino más sencillo y fácil, y lo has seguido pensando que eres afortunado. Hacia una persona como tú, Mi justo carácter es uno de castigo y juicio, es una de retribución justa, y es el castigo justo de todos los hacedores de maldad; todos los que no caminan en Mi camino con toda seguridad van a ser castigados, incluso si siguen hasta el final. Esta es la justicia de Dios. Cuando este justo carácter se exprese en el castigo del hombre, el hombre se quedará boquiabierto y lamentará que, mientras seguía a Dios, no caminó en Su camino. En ese momento sólo sufrió un poco mientras seguía a Dios, pero no caminó en el camino de Dios. ¿Qué excusas hay? ¡No hay opción sino la de ser castigado! Pero en su mente está pensando, “De todos modos, he seguido hasta el final, por lo que incluso si me castigas, no puede ser un castigo demasiado severo, y después de imponer este castigo todavía me vas a querer. Sé que Tú eres justo, y que no me vas a tratar de esa manera para siempre. Después de todo, no soy como los que van a ser exterminados; los que son exterminados recibirán un fuerte castigo, mientras que mi castigo será más leve”. El justo carácter de Dios no es como dices. No es el caso de que los que son buenos para confesar sus pecados son tratados con indulgencia. La justicia es santidad, y es un carácter que no tolera que el hombre ofenda, y todo lo que es inmundicia y que no ha cambiado, es el blanco de la indignación de Dios. El justo carácter de Dios no es una ley sino un decreto administrativo: es un decreto administrativo dentro del reino, y este decreto administrativo es el castigo justo para cualquiera que no posee la verdad y no ha cambiado, y no hay margen para la salvación. Porque cuando cada uno sea clasificado de acuerdo a su especie, los buenos serán recompensados y los malos serán castigados. Es cuando el destino del hombre se aclarará; es el momento en que la obra de salvación llegará a su fin; la obra de salvar al hombre ya no se hará y la retribución vendrá sobre todos los que hicieron el mal.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio

LOS QUE NO SIGUEN EL CAMINO DE DIOS DEBEN SER CASTIGADOS

I

Dios es imparcial con todos, Él juzga al hombre con Su justo carácter. Lo que Él requiere del hombre es correcto y justo. Hay condiciones que todos deben cumplir, no importa quién seas. No importa qué aptitudes tengas, a Dios le importa sólo si vas por Su senda, le importa si amas buscar la verdad. Obedece hoy Sus palabras y Dios te elogiará. Las personas rebeldes que se le oponen, que no siguen el camino de Dios, ¡serán castigadas, serán castigadas! ¡Nadie será salvado ni perdonado!

II

Si te falta la verdad y deshonras Su nombre, si sólo avanzas y no vas por Su senda, Él te abatirá y castigará por todo tu mal. ¿Acaso podrás decir que Dios no ha sido justo? Tú dices que lo sigues en las buenas y en las malas, y que has sufrido a cada paso del camino; que has compartido con Dios los altibajos, pero no has vivido las palabras de Dios. Obedece hoy Sus palabras y Dios te elogiará. Las personas rebeldes que se le oponen, que no siguen el camino de Dios, ¡serán castigadas, serán castigadas! ¡Nadie será salvado ni perdonado!

III

Tú sólo deseas dedicarte a Dios, pero no piensas en vivir una vida con sentido. Tú dices que Dios es justo y Él de ti se acuerda, pues has trabajado y sufrido mucho, porque te dedicas a Él y te esfuerzas tanto. Pero es inmaculada la justicia de Dios, no tiene humana voluntad, ni mancillada por la carne está, ni lo está tampoco por actos humanos. Obedece hoy Sus palabras y Dios te elogiará. Las personas rebeldes que se le oponen, que no siguen el camino de Dios, ¡serán castigadas, serán castigadas! ¡Nadie será salvado ni perdonado!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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