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Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 565

153 15/11/2020

La clave para lograr un cambio de carácter es conocer la propia naturaleza, y esto debe suceder de acuerdo con las revelaciones de Dios. Sólo en la palabra de Dios se puede conocer la propia naturaleza espantosa, reconocer en esta los diferentes venenos de Satanás, darse cuenta de que uno es necio e ignorante, y reconocer los elementos débiles y negativos de la misma. Después de que estos se conozcan completamente, y puedas verdaderamente odiarte y renunciar a la carne, cumplir con la palabra de Dios de forma consistente y tener la voluntad de someterte de manera absoluta al Espíritu Santo y a la palabra de Dios, entonces te habrás embarcado en la senda de Pedro. Sin la gracia de Dios, si no hay esclarecimiento y dirección del Espíritu Santo, sería muy difícil transitar por esta senda, porque las personas no tienen la verdad y son incapaces de traicionarse a sí mismas. Andar por la senda de perfección de Pedro reside ante todo en la determinación, en tener fe y depender de Dios. Además, uno debe someterse a la obra del Espíritu Santo; en todas las cosas, uno no puede estar sin las palabras de Dios. Estos son los aspectos clave, de los cuales ninguno puede ser violado. Llegar a conocerse a uno mismo mediante la experiencia es muy difícil; sin la obra del Espíritu Santo es muy complicado entrar. Para caminar por la senda de Pedro uno debe concentrarse en conocerse a sí mismo y en transformar el propio carácter. El camino de Pablo no era de búsqueda de la vida o de concentrarse en conocerse a sí mismo, se centró especialmente en hacer la obra y en su influencia e inercia. Su motivación era obtener las bendiciones de Dios a cambio de su obra y su sufrimiento, además de recibir recompensas de Dios. Su motivación era incorrecta, Pablo no se centró en la vida ni le dio ninguna importancia a conseguir un cambio de carácter; sólo se centró en las recompensas. Como tenía las metas incorrectas, el camino por el que anduvo fue también erróneo, claro está. Esto salió a relucir por medio de su naturaleza arrogante y engreída. Es evidente que Pablo no posee ninguna verdad ni tampoco conciencia o razón. Al salvar y cambiar a las personas, Dios altera principalmente su carácter. El propósito de Sus palabras consiste en lograr en las personas el resultado de poseer un carácter transformado y la habilidad de conocer a Dios, de someterse a Él y de adorarlo de una forma normal. Este es el objetivo de las palabras de Dios y de Su obra. El modo de búsqueda de Pablo viola directamente la intención de Dios y está en conflicto con ella; se produce en oposición total a ella. La manera de buscar de Pedro estaba, sin embargo, totalmente de acuerdo con la voluntad de Dios, que es precisamente el resultado que Dios desea alcanzar en los seres humanos. La senda de Pedro está, por tanto, bendecida y recibe la alabanza de Dios. Al violar la senda de Pablo la voluntad de Dios, Él la detesta y la maldice. Para caminar por la senda de Pedro uno debe conocer la voluntad de Dios. Si se es realmente capaz de comprender por completo Su voluntad mediante Sus palabras —lo que significa comprender qué quiere hacer Dios con el hombre y, en última instancia, qué resultado desea alcanzar—, sólo entonces podrá tener uno un entendimiento preciso de qué camino seguir. Si no comprendes del todo la senda de Pedro y sólo tienes el deseo de seguirla, entonces no serás capaz de emprenderla. En otras palabras, podrías conocer muchas doctrinas, pero en el fondo eres incapaz de entrar en la realidad. Aunque puedas hacer una entrada superficial, eres incapaz de lograr un resultado verdadero.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte

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