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Dios juzga y perfecciona al hombre con Sus palabras en los últimos días | Música cristiana en chino

1,103 13/07/2020

I

El Dios encarnado de los últimos días ha venido

principalmente con el fin de hablar Sus palabras,

a explicar todo lo necesario para la vida del hombre,

a señalar aquello en lo que este debería entrar,

a mostrar al hombre los hechos de Dios,

así como Su sabiduría, Su omnipotencia y lo maravilloso que es,

así como Su sabiduría, Su omnipotencia y lo maravilloso que es.

A través de las muchas formas en las que Dios habla,

el hombre ve Su supremacía, Su magnitud y,

además, la humildad y lo escondido de Dios.

El hombre ve que Él es supremo, Él es supremo,

pero humilde y que está escondido, y puede convertirse en el menor de todos.

Algunas de Sus palabras se pronuncian

directamente desde la perspectiva del Espíritu,

otras desde la del hombre,

y otras desde la de la tercera persona.

En esto puede verse que la forma de la obra de Dios varía grandemente

y es por medio de las palabras que Él permite que el hombre lo vea.

II

La obra llevada a cabo por Dios durante esta era

es principalmente la provisión de las palabras para la vida del hombre,

la revelación de la esencia de la naturaleza del hombre

y el carácter corrupto de este,

la eliminación de los conceptos religiosos, del pensamiento feudal,

del pensamiento obsoleto, así como del conocimiento y la cultura del hombre.

Todo esto debe ponerse en evidencia y purificarse

por medio de las palabras de Dios.

En los últimos días, Él usa palabras,

y no señales y maravillas, para perfeccionar al hombre.

Usa Sus palabras para descubrir, juzgar,

castigar y perfeccionar al hombre.

Usa Sus palabras para descubrir, juzgar,

castigar y perfeccionar al hombre,

de forma que en las mismas este llegue

a ver la sabiduría y la belleza de Dios,

y a entender Su carácter,

y así, a través de las palabras de Dios, el hombre vea Sus hechos.

Durante los últimos días, Dios pretende principalmente cumplir

una etapa de la obra en la que la Palabra aparece en la carne,

y esta es una parte del plan de gestión de Dios.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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