I
La obra final de Dios no es sólo para castigar al hombre,
sino para organizar su destino,
y conseguir que todos reconozcan lo que Dios ha hecho.
Dios quiere que cada persona vea que todo lo que Él ha hecho es correcto,
que todo lo que Él ha hecho es una expresión de Su carácter.
Ciertamente no es cosa del hombre
ni fue la naturaleza la que creó a los seres humanos.
Más bien, es Dios quien nutre a cada ser vivo entre todas las cosas.
II
Sin Dios, la humanidad sólo puede perecer
y estar plagada de calamidades;
nadie verá la belleza del sol y la luna,
ni verá de nuevo el verde mundo;
la humanidad sólo se enfrentará a la gélida noche
y al inexorable valle de la sombra de la muerte.
Dios es la única salvación y esperanza del hombre,
y el Único del que depende la existencia de toda la humanidad.
Sin Dios, el hombre ya no avanzará más;
sin Dios, el hombre sólo sufrirá
y toda clase de fantasmas lo aplastarán,
a pesar de que nadie le hace caso.
Nadie puede reemplazar la obra que Dios ha hecho.
Todo lo que Él espera es que el hombre se lo pague con buenos actos.
Nadie puede reemplazar la obra que Dios ha hecho.
Todo lo que Él espera es que el hombre se lo pague con buenos actos.
Todo lo que Él espera es que el hombre se lo pague con buenos actos.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
