I
Cuando caminas o hablas con otros,
dices: “mi corazón está con Dios.
No me concentraré en cosas externas”.
Así estarás en silencio ante Dios.
No entres en contacto con cosas
que atraen tu corazón hacia fuera.
No hagas contacto con gente
que se lleva tu corazón lejos de Dios.
Si buscas lo que no es Dios,
no esperes perfeccionarte.
Los que hoy escuchan Sus palabras,
pero no pueden callarse en Su presencia,
son personas que no aman la verdad,
son personas que no aman a Dios.
Si no te ofreces ahora mismo,
entonces, ¿cuándo todo le ofrecerás?
Abandona lo que te distrae de estar junto a Dios, o aléjate de eso.
Es mejor para tu vida.
El Espíritu Santo hace una gran obra,
Dios mismo perfecciona a la gente ahora.
Si no puedes estar en silencio ante Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios.
II
Silenciar el corazón ante Dios es una ofrenda genuina.
Los que realmente ofrecen sus corazones
pueden ser completados por Dios.
Impertérrito, ya sea tratado o podado,
con fracasos o frustraciones,
tu corazón siempre debería estar
en silencio, siempre, ante Dios.
Abandona lo que te distrae de estar junto a Dios, o aléjate de eso.
Es mejor para tu vida.
El Espíritu Santo hace una gran obra,
Dios mismo perfecciona a la gente ahora.
Si no puedes estar en silencio ante Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios.
III
No importa cómo te trate la gente,
silencia tu corazón ante Dios.
En toda circunstancia, la persecución o el sufrimiento,
no importa a qué pruebas te enfrentes,
silencia tu corazón ante Dios.
Este es el camino para perfeccionarse.
Este es el camino para perfeccionarse.
Abandona lo que te distrae de estar junto a Dios, o aléjate de eso.
Es mejor para tu vida.
El Espíritu Santo hace una gran obra,
Dios mismo perfecciona a la gente ahora.
Si no puedes estar en silencio ante Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios,
no has vuelto ante el trono de Dios, de Dios.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
