I
La encarnación y obra en la carne de Dios
son esenciales para el hombre,
y más Su voluntad y Su carácter
para los que viven en la carne y en la corrupción.
Conocéis Su carácter, lo que Él tiene y es.
¿Tenéis idea de cómo debéis tratarlo?
Él hace tres amonestaciones de Dios al hombre.
Si las cumplís lo mejor que podáis,
estaréis casi a salvo y ya no enfadaréis a Dios.
II
No lo pongas a prueba.
No importa cuánto lo entiendas,
cuánto lo conozcas, no lo pongas a prueba.
Conocéis Su carácter, lo que Él tiene y es.
¿Tenéis idea de cómo debéis tratarlo?
Él hace tres amonestaciones de Dios al hombre.
Si las cumplís lo mejor que podáis,
estaréis casi a salvo y ya no enfadaréis a Dios.
III
No luches por posición con Dios.
No importa la posición que te dé,
no importa el trabajo que te encomiende,
no importa el deber que te requiera,
no importa el sacrificio que hayas hecho,
no luches por posición con Dios.
Conocéis Su carácter, lo que Él tiene y es.
¿Tenéis idea de cómo debéis tratarlo?
Él hace tres amonestaciones de Dios al hombre.
Si las cumplís lo mejor que podáis,
estaréis casi a salvo y ya no enfadaréis a Dios.
IV
No compitas con Dios.
No importa que puedas entenderlo
ni que obedezcas lo que hace contigo
o lo que planea para ti,
no importa si acatas lo que Él te trae,
no compitas con Dios.
Conocéis Su carácter, lo que Él tiene y es.
¿Tenéis idea de cómo debéis tratarlo?
Él hace tres amonestaciones de Dios al hombre.
Si las cumplís lo mejor que podáis,
estaréis casi a salvo y ya no enfadaréis a Dios.
y ya no enfadaréis a Dios.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
