I
Cuando Jesús vino al mundo de los hombres,
puso fin a la Era de la Ley
y trajo la Era de la Gracia.
En los últimos días, Dios se hizo carne una vez más.
Puso fin a la Era de la Gracia
y trajo la Era del Reino.
Quienes acepten la segunda encarnación de Dios
serán conducidos a la Era del Reino y aceptarán la guía de Dios.
Después de que al hombre se le perdonaran sus pecados,
Dios volvió encarnado para guiarlo.
Él conducirá al hombre a la nueva era.
Él ha comenzado la obra de juicio
para llevar al hombre a un reino más elevado.
Quienes se someten disfrutan de una verdad más elevada,
recibirán mayores bendiciones,
vivirán realmente en la luz.
Ellos obtendrán la verdad, el camino y la vida.
II
Jesús obró mucho entre los hombres.
La redención de toda la humanidad
fue la única obra que completó.
Se convirtió en la ofrenda de pecado del hombre,
pero no liberó al hombre de todo
su carácter corrupto, de toda su corrupción.
Para salvarlo de Satanás
Jesús tuvo que cargar con los pecados del hombre,
pero la obra más grande de Dios requería
liberar al hombre de la corrupción de Satanás.
Después de que al hombre se le perdonaran sus pecados,
Dios volvió encarnado para guiarlo.
Él conducirá al hombre a la nueva era.
Él ha comenzado la obra de juicio
para llevar al hombre a un reino más elevado.
Quienes se someten disfrutan de una verdad más elevada,
recibirán mayores bendiciones,
vivirán realmente en la luz.
Ellos obtendrán la verdad, el camino y la vida.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
