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Palabras diarias de Dios: Revelación de la corrupción de la humanidad | Fragmento 340

186 04/10/2020

Vuestra fe es muy hermosa; decís que estáis dispuestos a dedicar vuestra vida a Mi obra, y que estáis dispuestos a sacrificar vuestras vidas por ella, pero vuestro carácter no ha cambiado mucho. Sólo ha habido palabras arrogantes, y vuestras acciones reales son muy miserables. Parece que la lengua y los labios están en el cielo, pero las piernas lejos en la tierra, por lo que las palabras, los hechos y la reputación siguen estando en una condición terrible. Vuestra reputación ha sido destruida, vuestro comportamiento es degradante, vuestra forma de hablar es pobre, vuestra vida despreciable, e incluso toda vuestra humanidad es inferior. Sois estrechos de miras con las personas y regateáis por toda cosa pequeña. Discutís por vuestra propia reputación y estatus, incluso hasta el punto de estar dispuestos a descender al infierno, al lago de fuego. Vuestras palabras y hechos actuales son suficientes para Yo poder determinar que sois pecadores. Vuestra actitud hacia Mi obra es suficiente para que Yo determine que sois injustos, y todas vuestras actitudes son suficientes para decir que sois almas inmundas llenas de abominaciones. Vuestras manifestaciones, y lo que reveláis, son adecuados para decir que sois personas que han bebido bastante de la sangre de los espíritus inmundos. Cuando se habla de entrar en el reino no traicionáis vuestros sentimientos. ¿Creéis que la forma en que sois ahora es adecuada para que entréis por la puerta de Mi reino de los cielos? ¿Creéis que podéis obtener la entrada en la tierra santa de Mi obra y palabras, sin que vuestras palabras y hechos pasen por Mi prueba? ¿Quién es capaz de engañar Mis dos ojos con éxito? ¿Cómo podrían escapar de Mi vista vuestras conductas y vuestras conversaciones despreciables, bajas? Yo he determinado vuestras vidas como vidas que beben la sangre de esos espíritus inmundos, y comen su carne, porque adoptáis su aspecto ante Mí cada día. Vuestra conducta era particularmente mala delante de Mí, ¿cómo no iba Yo a sentir repugnancia entonces? Las impurezas de los espíritus inmundos están en lo que decís: engañáis, convencéis y ocultáis, y aduláis como los que llevan a cabo brujería, como los que engañan y beben la sangre de los injustos. Todas las manifestaciones de la humanidad son muy injustas; ¿cómo se puede colocar a todas las personas en la tierra santa donde están los justos? ¿Piensas que esa conducta despreciable tuya puede distinguirte como santo de esos injustos? Esa lengua de serpiente tuya arruinará finalmente tu carne que causa destrucción, y lleva a cabo abominaciones; y esas manos tuyas que están cubiertas con la sangre de espíritus inmundos también empujarán finalmente a tu alma al infierno. ¿Por qué no aprovechas esta oportunidad de purificar tus manos que están cubiertas de inmundicia? ¿Y por qué no aprovechas esta oportunidad de cortar esa lengua tuya que habla palabras injustas? ¿Podría ser que estés dispuesto a sufrir bajo las llamas del infierno por tus dos manos, tu lengua y tus labios? Yo vigilo el corazón de todas las personas con Mis dos ojos, porque mucho antes de crear la humanidad, había agarrado su corazón con Mis manos. Hace mucho vi a través del corazón del hombre, ¿cómo podrían escapar a Mis ojos los pensamientos del corazón del hombre? ¿Y cómo podrían estar a tiempo de escapar del fuego de Mi Espíritu?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¡Sois todos muy básicos en vuestro carácter!

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