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"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo" (Apocalipsis 3:20), ¿cuál es el verdadero significado de este versículo?

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo(Apocalipsis 3:20). De esta profecía sobre el regreso del Señor Jesús en los últimos días, se puede ver que el Señor llamará a nuestra puerta cuando regrese. Así que, ¿de qué manera llamará el Señor? ¿Y cómo podemos dar la bienvenida al Señor cuando llame? Compartamos sobre estas preguntas.

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¿Cómo llamará el Señor a nuestra puerta cuando regrese?
Cuando el Señor llama, ¿qué debemos hacer para darle la bienvenida?
El Señor está llamando

¿Cómo llamará el Señor a nuestra puerta cuando regrese?

Cuando el Señor regrese, ¿de qué manera exactamente llamará a nuestra puerta? La respuesta a esta pregunta es esencial para nuestra bienvenida al Señor. Apocalipsis 3:20 profetiza claramente: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Este versículo nos dice que sólo aquellos que escuchen la voz de Dios y le abran su puerta pueden asistir al banquete con el Señor. Así que, cuando el Señor Jesús venga, ¿cómo llamará a nuestra puerta con Su voz? ¿Será, como muchos creyentes se imaginan, que el Señor personalmente llama a nuestra puerta para decirnos que ha vuelto? De hecho, el Señor Jesús nos ha dado las respuestas hace mucho tiempo. El Señor Jesús profetizó: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir(Juan 16:12-13). En Apocalipsis 2-3, se ha profetizado siete veces que “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. De estos versos aprendemos que después de que el Señor regrese, hablará a las iglesias y expresará la verdad para proveer al hombre, y por lo tanto el Señor nos advierte que todo aquel que tenga oído debe escuchar. En otras palabras, el verdadero significado de “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo” es que cuando el Señor regrese en los últimos días, hablará palabras al hombre y llamará a la puerta de nuestros corazones con Sus palabras. Así es como el Señor llamará.

Cuando el Señor llama, ¿qué debemos hacer para darle la bienvenida?

Después de saber la forma en que el Señor llamará, la siguiente pregunta naturalmente sigue: ¿Qué debemos hacer para darle la bienvenida?

El Señor Jesús dijo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»(Mateo 25:6).

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen(Juan 10:27). Y el Libro del Apocalipsis profetiza: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo(Apocalipsis 3:20). Estas palabras muestran que la clave para acoger el regreso del Señor es prestar atención a la voz de Dios. Cuando hay alguien que testifica que el Señor Jesús ha venido y ha expresado verdades, entre los hombres, es en realidad el Señor usando a la gente para transmitirnos Su voz y llamar a nuestra puerta, así que lo que debemos hacer es ser las vírgenes prudentes, abrir la puerta de nuestros corazones, buscar e investigar activamente para ver si es la voz de Dios y si hay verdad expresada. Una vez que reconozcamos la voz de Dios, deberíamos aceptar y seguir al Señor que ha regresado sin dudarlo. Sólo así podemos dar la bienvenida al Señor y asistir al banquete del Cordero. Así como cuando el Señor Jesús vino a obrar, Pedro, Juan y otros apóstoles dieron la bienvenida al Señor escuchando la voz de Dios: Cuando escucharon las poderosas y autoritarias palabras del Señor Jesús, que podían proporcionar sustento a la humanidad en cualquier momento y lugar, determinaron que la palabra del Señor Jesús era en realidad la voz de Dios. Sabían que el Señor Jesús era el Mesías que iba a venir, así que decidieron seguirlo y así ganaron la salvación del Señor. Los sumos sacerdotes, escribas y fariseos judíos, por el contrario, mantuvieron sellada la puerta de sus corazones y no prestaron atención a la voz de Dios, independientemente de cuánta verdad había expresado el Señor Jesús y cuánta autoridad y poder contenían Sus palabras. Incluso trataron por todos los medios de encontrarle una falla al Señor Jesús y, al final, lo clavaron en la cruz. Al hacerlo, cometieron un crimen atroz y fueron castigados por Dios en consecuencia.

Por lo tanto, si queremos dar la bienvenida al retorno del Señor en los últimos días, debemos aprender del fracaso de los fariseos, abrir nuestros corazones y escuchar la voz de Dios, para no perder la oportunidad de dar la bienvenida al Señor. Es decir, si hay un testimonio del regreso del Señor Jesús, debemos prestar atención a escuchar la voz de Dios. Y cuando escuchamos la voz de Dios, ¿no significa que hemos visto la aparición de Dios y hemos dado la bienvenida al Señor?

El Señor está llamando

Ahora, en todo el mundo, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso está testificando abiertamente que el Señor Jesús ha regresado y que Él es Dios Todopoderoso, que hace la obra del juicio en los últimos días y ha hecho una gran impresión en el mundo. Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras de verdad para llamar a nuestra puerta. Quienquiera que lo vea no tiene otra opción que reconocer que las palabras de Dios Todopoderoso, con poder y autoridad, son en realidad la verdad y la voz de Dios. Escuchen...

Dios Todopoderoso dice: “No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgaré abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quienquiera que los viole:

Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y, así, ve todas las obras que en todo el universo Yo he llevado a cabo. Los que van en contra de Mi voluntad —es decir, los que se oponen a Mí con las acciones del hombre— caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las innumerables estrellas de los cielos y las haré de nuevo, y, gracias a Mí, el sol y la luna serán renovados; los cielos ya no serán más como eran y las innumerables cosas que hay sobre la tierra serán renovadas. Todo será hecho completo por medio de Mis palabras. Las muchas naciones que hay en el universo serán divididas de nuevo y reemplazadas por Mi reino, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y todas ellas se convertirán en un reino que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados y Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás; es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, todos quedarán reducidos a cenizas. Cuando Yo castigue a los muchos pueblos, los del mundo religioso regresarán, en grados diferentes, a Mi reino, conquistados por Mis obras, porque habrán visto la llegada del Santo cabalgando sobre una nube blanca. Toda la humanidad será separada según su propia especie y recibirá castigos proporcionales a sus acciones. Todos aquellos que se han opuesto a Mí, perecerán; en cuanto a aquellos cuyos actos en la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en la tierra bajo el gobierno de Mis hijos y de Mi pueblo debido a la forma como se han comportado. Yo me revelaré a los innumerables pueblos y naciones, y, con Mi propia voz, resonaré sobre la tierra, proclamando la terminación de Mi gran obra, para que toda la humanidad la vea con sus propios ojos”.

Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador con amor y aprecio. Hoy, sin embargo, ya no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; Yo soy el Dios que ha regresado en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que surge del extremo de la tierra, repleto de todo Mi carácter y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca se han relacionado conmigo, nunca me han conocido y siempre han sido ignorantes de Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una sola persona me ha visto. Este es el Dios que se le aparece al hombre en los últimos días, pero que está oculto entre los hombres. Él mora entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y la llama abrasadora, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no será juzgada por Mis palabras y ni una sola persona o cosa que no será purificada por el fuego ardiente. Finalmente, todas las naciones serán bendecidas debido a Mis palabras y también serán hechas pedazos debido a ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que Yo soy el Salvador que ha regresado, y que Yo soy el Dios Todopoderoso que conquista a toda la humanidad. Y todos verán que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero que en los últimos días también me convierto en las llamas del sol que incineran todas las cosas, así como el Sol de la justicia que revela todas las cosas. Esta es Mi obra en los últimos días”.

Estas palabras de Dios Todopoderoso fueron todas pronunciadas directamente a la humanidad. Basado en Su posición como el Señor de toda la creación, el Dios Todopoderoso habla con la autoridad y el poder únicos de Dios, lo que hace que las palabras sean sin duda la voz de Dios. Porque, aparte de Dios mismo, ¿quién más podría hablar a toda la humanidad? ¿Quién más podría expresar al hombre la intención de Dios de salvar a la humanidad? ¿Quién más podría anunciar los decretos administrativos de Dios a todo el universo? ¿Quién más, aparte de Dios, podría hacer el cielo y la tierra de nuevo? ¿Y quién más podría clasificar al hombre según su clase? ¡Nadie excepto Dios! Es en Su identidad como Creador que Dios habla a la humanidad y revela Su carácter de justicia y majestad inefable. Por lo tanto, después de escuchar las palabras de Dios Todopoderoso, todos los que tienen un corazón y un espíritu sienten que cada una de las palabras de Dios contiene autoridad, poder y majestad, lo que hace evidente que es la voz de Dios y que las palabras son las mismas expresiones de Dios a la humanidad. ¿No son todas ellas suficientes para probar que el Señor Jesús ha regresado?

Dios Todopoderoso ha expresado ahora millones de palabras, que se han puesto a disposición del mundo en línea para que las busque e investigue. Este es el Señor llamando a nuestra puerta y también el testimonio de que el Novio ha llegado. Sin embargo, algunas personas ignoran las poderosas y autoritarias palabras de Dios Todopoderoso e insisten en mantener sus corazones cerrados y se niegan a investigar: ¿No son las vírgenes insensatas? Si queremos seguir de cerca los pasos del Cordero y asistir a la fiesta, el único camino es ser las vírgenes prudentes, prestar atención a la voz de Dios, aceptar y someterse a la voz de Dios tan pronto como la reconozcamos. Tal y como se profetizó en Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”.

Nota del editor:

Nota del editor: ¿Ahora sabes el significado de “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo”? Si tiene más preguntas, por favor contáctenos a través del chat en vivo, y le responderemos en cualquier momento.

Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com

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