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Explicación de Juan 14:6: Significado de "Yo soy el camino, la verdad y la vida"

El Señor Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí(Juan 14:6). Pienso que a muchas personas les son familiares estas palabras, pero tal vez no son muchos los que realmente entienden su verdadero significado. ¿Qué significa “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”? ¿Qué quiere el Señor que entendamos al decir estas palabras? Por favor, seguí leyendo y obtendremos las respuestas.

Cristo es la verdad, el camino y la vida

El Señor Jesús dijo “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”, para entender estas palabras, primero debemos tener claro que solo Dios puede expresar la verdad, dar la vida a las personas y mostrarles el camino. Antes de que el Señor Jesús dijera que Él mismo era la verdad, nadie había dicho que Él mismo era la verdad, y nadie podía expresar la verdad. Solo el Señor Jesús encarnado dijo que Él era la verdad y, además, podía expresar la verdad. Tal como está registrado en las Escrituras, “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros […] lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

El Señor Jesús era Dios encarnado, es decir, el Espíritu de Dios se vistió de carne como el Hijo del hombre para hacer Su obra entre los humanos. En Su apariencia exterior Él era como un ser humano común y corriente, pero era Cristo encarnado y Dios mismo y poseía una esencia divina. Así es como el Señor Jesús pudo expresar el carácter de Dios y lo que Dios tiene y es, y pudo expresar la verdad y realizar la obra de salvar a la humanidad según sus necesidades. Nadie más es capaz de realizar la obra de salvar a la humanidad.

Por ejemplo, en la última etapa de la Era de la Ley, los hombres no podían guardar las leyes, estaban pecando cada vez más y enfrentaban el peligro de ser ejecutados por las leyes, a fin de salvar al hombre, Dios se hizo carne y vino personalmente entre los hombres para hacer Su obra- El Señor Jesús puso fin a la Era de la Ley y abrió la Era de la Gracia. En esta nueva era, proporcionó y mostró a la humanidad el camino y la práctica del arrepentimiento. Enseñó a las personas a ser humildes y resignados, amar al prójimo como a sí mismos, amar a sus enemigos, ser personas honestas, amar y adorar a Dios con sinceridad desde sus corazones. El Señor Jesús sanó a los enfermos, echó fuera demonios, resucitó a los muertos, hizo ver a los ciegos y andar a los paralíticos…. Finalmente, el Señor Jesús fue crucificado por los pecados de la humanidad, de esta manera nos redimió del pecado. A partir de entonces, mientras las personas aceptaran al Señor Jesús como su Salvador, y confesaran y se arrepintieron ante el Señor, serían absueltas de sus pecados, ya no estaban sujetos al castigo y condena de las leyes por no cumplir éstas y podrían disfrutar de la gracia concedida por el Señor.

Esto demuestra que sólo Cristo puede dar al hombre la verdad, el camino y la vida, y que el Señor Jesús es el mismo Dios que puede dar a las personas la verdad, el camino y la vida. Sin embargo, muchas personas de aquel tiempo solo vieron la apariencia ordinaria y común del Señor Jesús, pero no sabían que el Señor Jesús era el Cristo encarnado, y que Él era el mismo Dios. Entonces, el Señor Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí(Juan 14:6). El Señor Jesús estaba dando a conocer Su propia identidad a la gente de aquel tiempo, para que pudieran saber que Él era Cristo, que era el mismo Dios, y que podía otorgarles la verdad, el camino y la vida.

Si no entendemos que Cristo es el camino, la verdad y la vida, seguramente no tengamos la aprobación de Dios. Los judíos y fariseos de aquel tiempo, no solo no reconocieron que el Señor Jesús era Cristo encarnado y no aceptaron la verdad expresada por el Señor Jesús, sino que incluso lo juzgaron, condenaron y blasfemaron. Ellos simplemente creían en el Dios Jehová que está en el cielo, pero no reconocieron a Cristo en la tierra, quien expresó la verdad y proporcionaba sustento para la vida de las personas en la tierra. Al final, crucificaron al Señor porque el Señor Jesús no obedeció las leyes del Antiguo Testamento. Creían en Dios pero no sabían que Cristo es la verdad, el camino y la vida. Por lo tanto, son ejemplos clásicos de personas que condenaron y rechazaron a Cristo, y finalmente fueron castigados y maldecidos por Dios debido a su intransigencia hacia Cristo.

Por lo tanto, al decir, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí,” el Señor Jesús quería que la gente supiera que Cristo es la esencia de la verdad, el camino y la vida, y que nadie más puede expresar la verdad. Es decir, Aquel que puede expresar la verdad y otorgar al hombre el camino y la vida, sólo es Cristo, y es Dios mismo. Los creyentes en Dios debemos entender que Cristo es la verdad, el camino y la vida, pues solo así podemos seguir de cerca los pasos de Dios y recibir los ofrecimiento y bendiciones de Dios.

Cristo de los últimos días se ha aparecido y ha traído la verdad, el camino y la vida

Comprender el significado de las palabras del Señor Jesús “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” es muy importante para que podamos recibir al Señor. Al acoger el regreso del Señor muchas personas tienen miedo de ser engañadas por los falsos cristos y por eso no se atreven a buscar y seguir la pista del verdadero camino. No deberíamos temer ser engañados por un falso Cristo e incapaces de acoger al Señor mientras reconozcamos que Cristo es la verdad, el camino y la vida, es decir, mientras reconozcamos que Aquel que puede expresar la verdad, proveer para la vida de las personas, y determinar que el camino para las personas es Cristo, y que todos aquellos que no pueden expresar la verdad son sin duda falsos Cristos. Debido a que los falsos cristos no son Dios encarnado y carecen de la esencia de la divinidad, no pueden expresar la verdad y mucho menos pueden salvar a las personas. Sólo el Cristo encarnado puede expresar la verdad y hacer la obra de salvar al hombre.

Los grandes desastres que estamos sufriendo hoy día, las profecías del regreso del Señor básicamente se han cumplido, y el Señor Jesús ya ha regresado como Dios Todopoderoso, el Cristo de los últimos días. Dios Todopoderoso está realizando la obra de la Era del Reino, es decir, la obra del juicio que comienza con la casa de Dios, basándose en la obra de redención del Señor Jesús, Él ha expresado toda la verdad para salvar y limpiar a la humanidad; Él ha revelado varios misterios, el misterio del plan de gestión de seis mil años de Dios, el misterio de la encarnación de Dios y el misterio del nombre de Dios, y además también ha revelado la raíz del pecado de las personas, la raíz verdadera de la corrupción de la humanidad por Satanás, la naturaleza y esencia satánicas que se rebelan y oponen a Dios, y más. También ha expresado el carácter de Dios y lo que Dios tiene y es, como la omnipotencia y la sabiduría de Dios, la justicia y la santidad de Dios, la autoridad y el poder de Dios, la unidad de Dios y más. Esto hace que las personas conozcan la intolerancia por las ofensas y la bondad por la esencia de Dios. Dios Todopoderoso ahora ha pronunciado millones de palabras, la mayoría de las cuales están incluidas en el libro La Palabra manifestada en carne, la Biblia de la Era del Reino. Con estas dos cosas se cumplen precisamente las profecías de la Biblia, “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad(Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final(Juan 12:48). And it says in 1 Pedro 4:17, “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”.

Dios Todopoderoso dice: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad y se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre; no lo libró de la totalidad de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió que Jesús se convirtiera en la ofrenda por el pecado y cargara con los pecados del hombre, sino también que Dios realizara una obra incluso mayor para librar completamente al hombre de su carácter satánicamente corrompido. Y, así, ahora que el hombre ha sido perdonado de sus pecados, Dios ha vuelto a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio. Esta obra ha llevado al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida”.

Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios”.

De las palabras de Dios en la etapa de la obra del juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días, nos hace ver que éstas se basan en las necesidades de las personas de hoy día. Aunque hemos sido perdonados a través de nuestra creencia en el Señor, dentro de nosotros todavía está arraigada nuestra naturaleza pecaminosa y, por lo tanto, todavía somos capaces de pecar y oponernos a Dios aunque sea de forma involuntaria. Por ejemplo, todavía podemos decir mentiras y engañar a los demás; aún podemos seguir las malas costumbres mundanas, codiciar la vanidad y los placeres, y con todo esto nuestro corazón a menudo se aleja del Señor; todavía podemos ser arrogantes y engreídos y juzgar arbitrariamente a los demás; cuando nos hallamos antes desastres naturales o provocados por el hombre, todavía podemos lamentarnos y culpar a Dios. De estos tipos de ejemplos podemos encontrar muchos. Podemos ver que solo hemos sido redimidos, pero nuestra naturaleza pecaminosa todavía está profundamente arraigada dentro de nosotros y, por lo tanto, con frecuencia somos incapaces de dejar de pecar y de oponernos a Dios. Queremos deshacernos de los lazos y cadenas del pecado, pero no sabemos adónde ir, y nadie puede indicarnos un camino para escapar de la tiranía del pecado.

Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, ha realizado la obra del juicio de acuerdo con las necesidades de las personas, ha expresado toda la verdad para purificar y salvar a la humanidad, y ha dirigido a las personas por el camino de la purificación de sus pecados. Mientras seamos capaces de aceptar la verdad expresada por Cristo de los últimos días y experimentemos Su obra de juicio, lograremos gradualmente la purificación de nuestro carácter corrupto y llegaremos a ser personas conformes a la voluntad de Dios. Si este no fuera Dios mismo, ¿quién más podría revelar estos misterios? ¿Quién más podría juzgar y averiguar la raíz de nuestros pecados? ¿Quién podría expresar la verdad para purificar y salvar a las personas y mostrarnos el camino para eliminar nuestros pecados? ¿Quién podría expresar el carácter justo de Dios y lo que Dios tiene y es? Aparte de Cristo, ningún hombre podría lograr esto. Por lo tanto, es evidente que Dios Todopoderoso es la verdad, el camino y la vida, y que Él es el Señor Jesús que ha regresado, Él es el Cristo de los últimos días.

Las palabras de Dios Todopoderoso dicen: “El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia”. Por todo lo expresado anteriormente, si no quieres perder la oportunidad de acoger el regreso del Señor, debemos buscar e investigar con humildad la obra de Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, Solo así podemos tener la oportunidad de conocer al Señor, ser arrebatados ante el trono de Dios y obtener la verdad, el camino y la vida otorgada por Cristo de los últimos días.

Nota del editor: A través del entendimiento anterior, creo que has entendido el verdadero significado de las palabras del Señor: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Si todavía hay algo que no entiendes, contáctenos a través del chat en línea.

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