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¿Es cierto que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia?

El Salvador, Dios Todopoderoso, ha aparecido, está obrando en los últimos días y ha expresado millones de palabras. Está realizando la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios, para purificar y salvar plenamente a la humanidad. En internet está La Palabra manifestada en carne, una recopilación de Sus palabras. No solo ha sacudido el mundo religioso, sino el mundo entero propiamente. En todo país y denominación, algunos de los que aman la verdad y anhelan la aparición de Dios han leído las palabras de Dios Todopoderoso y comprobado que son la verdad y las declaraciones del Espíritu Santo. Han oído la voz de Dios, reconocido a Dios Todopoderoso como el regreso del Señor Jesús y se han presentado ante el trono de Dios. Como dijo el Señor Jesús: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen(Juan 10:27). Pero mientras en el mundo religioso muchos reconocen que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, poderosas y autorizadas, dado que no las recoge la Biblia, se niegan a aceptarlas. Creen que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia y fuera de ella no hay ninguna. Las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, pero como no están en la Biblia, ¿cómo van a ser la obra y las palabras de Dios? Y algunos, al ver que los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso leen La Palabra manifestada en carne, en vez de la Biblia, condenan esto diciendo que apartarse de la Biblia es traicionar al Señor, una herejía. Esto me recuerda a los judíos fariseos, que juzgaron, condenaron y combatieron al Señor Jesús solo porque Su obra y Sus palabras iban más allá de su Escritura y Él no se llamaba Mesías. Hasta hicieron que lo crucificaran y acabaron castigados y maldecidos por Dios, con lo que se condenó la nación de Israel. ¡Esta es una lección que hace pensar! Muchas personas religiosas de hoy día insisten en que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia y fuera de ella no hay ninguna. Aferradas a esta idea equivocada, niegan y condenan la obra y las palabras de Dios Todopoderoso. Algunos hasta admiten abiertamente que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, pese a lo cual no las estudian y, por consiguiente, están perdiendo la ocasión de recibir al Señor antes de los desastres. Lamentablemente, han caído en los desastres. “Toda obra y palabra de Dios está en la Biblia y fuera de ella no hay ninguna”. Por esta idea, infinidad de personas ha perdido la ocasión de recibir al Señor, lo que le ha hecho un daño incalificable. En realidad, ¿qué tiene de malo esta idea? Voy a compartir lo que sé al respecto.

Antes de profundizar en ello, aclaremos el origen de la Biblia. Se compone de dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Los judíos tienen fe en Jehová y utilizan las Escrituras del Antiguo Testamento, mientras que los cristianos, que creen en el Señor Jesús, utilizan el Nuevo Testamento. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo fueron recopilados por seres humanos siglos después de que Dios finalizara Su obra. La Biblia no cayó del cielo y, naturalmente, Dios no la redactó personalmente y nos la entregó a nosotros. Se articuló gracias a la colaboración entre los líderes religiosos de la época. Por supuesto, tenían el esclarecimiento y la guía del Espíritu Santo, no cabe duda. Como la Biblia fue recopilada por seres humanos, era imposible que el Antiguo Testamento incluyera el contenido del Nuevo y que el Nuevo incluyera la obra de Dios de los últimos días. Eso se debe a que la gente no puede adivinar el futuro. Se eligieron los versículos y libros que llegaron a formar parte de la Biblia y en ella no se incluyeron los escritos de todos los profetas y apóstoles. Bastantes de ellos se omitieron o eliminaron, pero eso no es un problema. Dado que fue recopilada por seres humanos, es normal que haya ciertas cribas, eliminaciones y omisiones. En esto, la gente se equivoca al insistir en que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia como si eso fuera todo lo dicho y hecho por Dios en esas eras. ¿Qué clase de problema es este? El Antiguo Testamento no recogió algunos libros de los profetas y algunos libros que conocemos, como los de Enoc y Esdras, no están en la Biblia. Y seguro que debe de haber libros de otros apóstoles que no llegaron a formar parte del Nuevo Testamento, por no hablar de que el Señor Jesús predicó más de tres años y debió de manifestar muchísimas cosas, de las cuales hay muy pocas en la Biblia. Como dijo el apóstol Juan, “Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían” (Juan 21:25). ¡Es evidente que el relato bíblico de la obra y las palabras de Dios es muy limitado! No nos cabe duda de que ni el Antiguo Testamento ni el Nuevo contienen por completo la obra y las palabras de Dios de aquella era. Este es un hecho que todos admitiríamos. Hay muchos en el mundo religioso que no comprenden la Biblia ni cómo se articuló. Creen que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia y niegan y condenan cualquier cosa fuera de ella. ¿Coincide eso con los hechos históricos? ¿No juzga dicha aseveración la obra de Dios? ¿No se opone a Dios? Si la Biblia fue recopilada por seres humanos después de los hechos, ¿cómo iban a incluir en ella la siguiente etapa de la obra de Dios antes de tiempo? Sería imposible, ya que la gente no puede predecir. Los que recopilaron el Antiguo Testamento no vivieron en la época del Señor Jesús y no vivieron la obra del Señor Jesús. ¿Cómo iban a incluir Su obra y Sus palabras, más los libros de los apóstoles, en el Antiguo Testamento antes de tiempo? También era imposible que quienes recopilaron el Nuevo Testamento incluyeran de antemano en la Escritura la obra y las palabras de Dios para los últimos días, 2000 años antes de que sucediera. Hoy día, el mundo religioso entero ha presenciado la obra y las palabras de Dios Todopoderoso. Algunos las han estudiado y han reconocido que las palabras de Dios Todopoderoso son toda la verdad y poseen autoridad. Sin embargo, como la Biblia no contiene las palabras ni el nombre de Dios Todopoderoso, que no se encuentran en ella, niegan que Dios Todopoderoso sea la aparición del propio Dios. ¿No cometen el mismo error que los fariseos cuando se opusieron y condenaron al Señor Jesús? Los fariseos pensaban que, como el Señor Jesús no se llamaba Mesías y Su obra y Sus palabras no concordaban con sus Escrituras, podían negar que fuera el Mesías. Las personas religiosas actuales ven que la Biblia no profetizó el nombre de Dios Todopoderoso y que en ella tampoco se encuentran Sus palabras, por lo que niegan y condenan la obra y las palabras de Dios Todopoderoso. Cometen el pecado de crucificar a Dios una vez más. En realidad, aunque la Biblia no contenga la obra y las palabras de Dios de los últimos días, hay profecías del nuevo nombre de Dios en los últimos días, como esta de Isaías: “Y los gentiles verán Tu justicia y todos los reyes Tu gloria: y se te llamará por un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará(Isaías 62:2).* Y en Apocalipsis vemos: “Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo(Apocalipsis 3:12). “Yo soy el Alfa y la Omega […] el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso(Apocalipsis 1:8). “¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina(Apocalipsis 19:6). La Biblia también profetiza que Dios habla y obra más en los últimos días, como manifestó el Señor Jesús: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir(Juan 16:12-13). Hay, además, una advertencia que aparece siete veces en el Apocalipsis: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias(Apocalipsis Capítulos 2, 3). El Apocalipsis también profetiza que Dios abrirá el rollo sellado en los últimos días. De forma clara, profetiza que Dios hablará a las iglesias en los últimos días y guiará a la humanidad hacia toda verdad. ¿Cómo podrían figurar de antemano en la Biblia esta obra y estas palabras de Dios para los últimos días? ¡Imposible! Con todas esta profecías y realidades obvias, ¿por qué hay tanta gente ciega, con los ojos bien abiertos, que juzga e insiste en que toda obra y palabra de Dios está en la Biblia y fuera de ella no hay ninguna? Evidentemente, con ese descaro para juzgar y oponerse a Dios ahora que ha aparecido y obra, esta gente no comprende Su obra y no comprende ni de lejos la verdad. Dios la condena y elimina y ya ha caído en los desastres. Así se cumplen estos versículos bíblicos: “Los necios mueren por falta de entendimiento” (Proverbios 10:21). “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento(Oseas 4:6).

Veamos unas palabras de Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso dice: “Lo que consta en la Biblia es limitado e incapaz de representar la totalidad de la obra de Dios. Los Cuatro Evangelios tienen, en conjunto, menos de cien capítulos, en los cuales está escrito un número limitado de sucesos, como cuando Jesús maldijo a la higuera, las tres veces que Pedro negó al Señor, la aparición de Jesús a los discípulos después de Su crucifixión y resurrección, la enseñanza sobre el ayuno, la enseñanza sobre la oración, la enseñanza sobre el divorcio, el nacimiento y la genealogía de Jesús, la elección de los discípulos por parte de Jesús, etc. Sin embargo, el hombre los valora como tesoros, comparando, incluso, la obra actual con ellos. Incluso creen que esta es toda la obra que Jesús hizo en Su vida, como si Dios solo fuera capaz de hacer algunas cosas y nada más. ¿No es esto absurdo?(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El misterio de la encarnación (1)).

Después de todo, ¿quién es más grande: Dios o la Biblia? ¿Por qué debe obrar Dios de acuerdo con la Biblia? ¿Podría ser que Dios no tuviera derecho a actuar más allá de la Biblia? ¿No puede apartarse Dios de la Biblia y realizar otra obra? ¿Por qué no guardaban el día de reposo Jesús y Sus discípulos? Si debía practicar a la luz del día de reposo y según los mandamientos del Antiguo Testamento, ¿por qué Jesús no respetó el día de reposo después de venir, sino que, en su lugar, lavó pies, cubrió cabezas, partió pan y bebió vino? ¿No está todo esto ausente de los mandamientos del Antiguo Testamento? Si Jesús respetaba el Antiguo Testamento, ¿por qué rompió con estas doctrinas? Deberías saber qué fue primero, ¡Dios o la Biblia! Si era el Señor del día de reposo, ¿no podía ser también el Señor de la Biblia?(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (1)).

Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y que no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús en la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo. ¿No son, estos, registros históricos? Mencionar hoy las cosas del pasado las convierte en historia, y no importa cuán verdaderas o reales puedan ser, siguen siendo historia, y la historia no puede ocuparse del presente, ¡porque Dios no mira atrás en la historia! Así pues, si sólo entiendes la Biblia y no entiendes nada de la obra que Dios pretende hacer hoy, y, si crees en Dios, pero no buscas la obra del Espíritu Santo, entonces no entiendes lo que significa buscar a Dios. Si lees la Biblia con el fin de estudiar la historia de Israel, de investigar la historia de la creación de todos los cielos y la tierra por parte de Dios, entonces no crees en Dios. Pero hoy, como crees en Él y buscas la vida, como persigues el conocimiento de Dios y no letras y doctrinas muertas ni un entendimiento de la historia, debes buscar la voluntad de Dios de hoy, así como la dirección de la obra del Espíritu Santo. Si fueras arqueólogo podrías leer la Biblia, pero no lo eres. Eres uno de esos que creen en Dios, y más te vale buscar Su voluntad de hoy(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (4)).

Si deseas ver la obra de la Era de la Ley y cómo siguieron los israelitas el camino de Jehová, debes leer el Antiguo Testamento; si deseas entender la obra de la Era de la Gracia, debes leer el Nuevo Testamento. Sin embargo, ¿cómo ves la obra de los últimos días? Debes aceptar el liderazgo del Dios de hoy y entrar en la obra de hoy, porque esta es la nueva obra y nadie la ha registrado anteriormente en la Biblia. Hoy, Dios se ha hecho carne y ha seleccionado a otros escogidos en China. Él obra en estas personas, continúa Su obra en la tierra y continúa la obra de la Era de la Gracia. La obra de hoy es una senda por la que el hombre nunca ha caminado, y es un camino que nadie ha visto jamás. Es una obra que nunca se ha llevado a cabo antes; es la obra más reciente de Dios en la tierra. Así pues, la obra que nunca se ha realizado antes no es historia, porque el ahora es el ahora, y aún no se ha convertido en pasado. Las personas no saben que Dios ha llevado a cabo una obra mayor y más nueva en la tierra y fuera de Israel, que ya ha ido más allá del ámbito de Israel, así como de la predicción de los profetas; que es una obra nueva y maravillosa fuera de las profecías, y una obra más nueva más allá de Israel; una obra que las personas no pueden percibir ni imaginar. ¿Cómo podría contener la Biblia registros explícitos de tal obra? ¿Quién podría haber registrado cada fragmento de la obra de hoy, sin omisión y de antemano? ¿Quién podría haber registrado en aquel viejo libro enmohecido esta obra más poderosa y sabia que desafía las convenciones? La obra de hoy no es historia, y, por tanto, si deseas caminar por la nueva senda de hoy, debes apartarte de la Biblia, ir más allá de los libros de profecía o historia que están en ella. Solo entonces serás capaz de caminar por la nueva senda apropiadamente, y solo entonces serás capaz de entrar en el nuevo ámbito y en la nueva obra. […] Ya que hay un camino más elevado, ¿por qué estudiar ese, que es más bajo y obsoleto? Ya que hay declaraciones más nuevas y una obra más nueva, ¿por qué vivir entre viejos registros históricos? Las nuevas declaraciones pueden proveer para ti, lo que demuestra que esta es la nueva obra; los viejos registros no pueden saciarte ni satisfacer tus necesidades actuales, y esto prueba que son historia, y no la obra de aquí y ahora. El camino más elevado es la obra más nueva, y con ella, por muy alto que fuera el camino del pasado, son solo historias anteriores que la gente recuerda; independientemente de su valor como referencia, sigue siendo el camino antiguo. Aunque se registra en el ‘libro sagrado’, el camino antiguo es historia; aunque no hay constancia del nuevo camino en el ‘libro sagrado’, este es el del aquí y el ahora. Este camino puede salvarte y cambiarte, porque es la obra del Espíritu Santo(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (1)).

El hecho que quiero explicar aquí es este: lo que Dios es y tiene es inagotable e ilimitado por siempre. Dios es la fuente de la vida y de todas las cosas. Dios no puede ser dimensionado por ningún ser creado. Por último, debo todavía recordar a todos: no delimitéis otra vez a Dios a libros, palabras o a Sus declaraciones pasadas. Hay una sola palabra para describir la característica de la obra de Dios: nueva. A Él no le gusta tomar caminos antiguos o repetir Su obra, y mucho menos quiere que la gente lo adore mientras que lo delimita a un cierto ámbito. Este es el carácter de Dios(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Epílogo).

Las palabras de Dios Todopoderoso lo aclaran todo, ¿no? La Biblia es un mero registro de las dos etapas de la obra de Dios en la Era de la Ley y la Era de la Gracia. Es un libro histórico y de ningún modo puede representar toda obra y palabra de Dios. Dios es el Creador, la fuente de la vida humana. Lleva milenios hablando y obrando y es fuente inagotable de sustento para la humanidad, a la que siempre guía hacia adelante. Sus palabras son la fuente de las aguas vivas en constante fluir. La obra y las palabras de Dios no pueden ser frenadas por nadie ni por nada, y ni mucho menos las puede restringir la Biblia. Él nunca ha dejado de hablar más y de llevar a cabo nuevas obras en función de Su plan de gestión y de las necesidades de la humanidad. Jehová Dios dictó la ley para guiar la vida de la humanidad en la tierra en la Era de la Ley, cuando no había ninguna Biblia. El Señor Jesús predicó el camino del arrepentimiento en la Era de la Gracia y realizó la obra de redención, que iba más allá del Antiguo Testamento. Dios Todopoderoso ha venido en los últimos días y está realizando la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Ha abierto los siete sellos y el rollo, mientras expresa toda verdad que purifica y salva plenamente a la humanidad. Esta es una etapa nueva y más elevada de Su obra y la realiza sobre la base de la obra de redención de la Era de la Gracia. Es una obra más novedosa y práctica y es imposible que hubiera aparecido antes en la Biblia. Con esto vemos que la obra de Dios siempre es nueva, nunca vieja, y que siempre avanza sin repetirse. Su nueva obra supera lo que figura en la Biblia, al darle al hombre una nueva senda y verdades aún más elevadas. Así pues, nuestra fe no puede basarse solamente en la Biblia y, ciertamente, no podemos afirmar que toda obra y palabra de Dios esté en la Biblia. Hemos de buscar la obra del Espíritu Santo e ir al compás de las huellas de la obra de Dios para recibir el sustento y pastoreo de Sus palabras actuales. Como señala el Apocalipsis, “Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va(Apocalipsis 14:4). Estas son las vírgenes prudentes, que pueden asistir al banquete del Cordero y recibir la salvación de Dios en los últimos días.

Dios Todopoderoso lleva 30 años realizando Su obra del juicio de los últimos días y ha expresado millones de palabras. Sus declaraciones son abundantes y no les falta de nada. Desvelan los misterios de la Biblia, a la par que todos los misterios del plan de gestión de 6000 años de Dios, tales como Sus objetivos de gestión de la humanidad, cómo corrompe Satanás al ser humano, cómo Dios salva paso a paso a la humanidad de las fuerzas satánicas, cómo Dios purifica a la humanidad y santifica al hombre mediante pruebas y refinaciones, la trascendencia de Su obra del juicio en los últimos días, los misterios de las encarnaciones y de Sus nombres, la verdadera historia de la Biblia, los resultados de todo tipo de personas, el destino final de la humanidad y cómo se materializa el reino de Cristo en la tierra. Dios Todopoderoso también juzga y expone la verdad de la corrupción de la humanidad y su naturaleza satánica antiDios. Nos muestra la senda para escapar al pecado y ser plenamente salvos por Dios: cómo arrepentirnos sinceramente, cómo renunciar a la carne y practicar la verdad, cómo ser honestos, cómo hacer la voluntad de Dios, cómo temerlo y apartarnos del mal, cómo alcanzar el conocimiento y el sometimiento respecto a Dios, cómo amarlo, etc. Las palabras de Dios Todopoderoso son más abundantes y elevadas que las palabras de Dios en la Era de la Ley y la Era de la Gracia y son todas las verdades que debemos poseer para alcanzar la salvación de Dios. Son sumamente reveladoras y gratificantes y nos aportan una senda de práctica en todo. En las palabras de Dios Todopoderoso hallamos respuesta y solución a todos los conflictos y preguntas en nuestra fe. La Palabra manifestada en carne, de Dios Todopoderoso, es la Biblia de la Era del Reino, el camino de vida eterna otorgado por Dios al hombre en los últimos días. Al comer, beber y practicar las palabras de Dios Todopoderoso, al ser juzgado y castigado por Sus palabras y al comprender algunas verdades, el pueblo escogido de Dios lo comprende realmente a Él. Se purifica y transforma su carácter corrupto en mayor o menor medida, y al final escapa de las ataduras del pecado y da testimonio de la derrota de Satanás. Ellos son los vencedores formados por Dios antes de los desastres. Puede que el nombre, la obra y las palabras de Dios Todopoderoso no se recojan en la Biblia, pero su fruto, los verdaderos resultados de la obra y las palabras de Dios Todopoderoso, cumplen íntegramente las profecías bíblicas. Ya hay en internet vídeos y películas de testimonios del pueblo escogido de Dios, que da testimonio al mundo de la aparición y obra de Dios Todopoderoso. Las palabras de Dios Todopoderoso son como una gran luz que brilla de Oriente a Occidente e ilumina el mundo entero. Cada vez más personas, de todos los rincones del mundo y que aman la verdad, estudian el camino verdadero y se vuelven a Dios Todopoderoso. Es una gran ola que recorre el mundo y ninguna fuerza puede parar. Como dice Dios Todopoderoso: “Un día, cuando todo el universo regrese a Dios, el centro de Su obra en todo el cosmos seguirá Sus declaraciones; en otro lugar, algunas personas llamarán por teléfono, algunas tomarán un avión, algunas tomarán un barco al otro lado del mar y otras usarán láser para recibir las declaraciones de Dios. Todos estarán adorando y deseosos; todos se acercarán a Dios y se congregarán con Dios, y todos adorarán a Dios, y todo esto serán las obras de Dios. ¡Recuerda esto! De cierto, Dios nunca volverá a empezar en otro lugar. Dios cumplirá este hecho: Él hará que todas las personas en todo el universo vengan ante Él y adoren al Dios que está en la tierra, y Su obra en otros lugares cesará y las personas se verán obligadas a buscar el camino verdadero. Será como José: todos fueron a él por comida y se postraron ante él porque él tenía cosas para comer. Con el fin de evitar la hambruna, las personas serán obligadas a buscar el camino verdadero. Toda la comunidad religiosa sufrirá una severa hambruna y solo el Dios de hoy es la fuente de agua viva, que posee la fuente que siempre fluye provista para el disfrute del hombre, y las personas vendrán y dependerán de Él. Ese será el tiempo cuando las acciones de Dios sean reveladas y cuando Dios obtenga gloria; todas las personas en todo el universo adorarán a este ‘ser humano’ común y corriente. ¿No será este el día de la gloria de Dios? […] Cuando todo el reino se regocije será el día de la gloria de Dios, y a cualquiera que venga a vosotros y reciba la buena noticia de Dios, Dios lo bendecirá, y a los países y a las personas que lo hagan Dios los bendecirá y los cuidará. La dirección futura será así: los que obtengan las declaraciones de la boca de Dios tendrán una senda para caminar en la tierra, y sean hombres de negocios o científicos o educadores o industriales, los que estén sin las palabras de Dios tendrán dificultades en dar siquiera un solo paso y serán obligados a buscar el camino verdadero. Esto es lo que quiere decir ‘Con la verdad caminarás por todo el mundo; sin la verdad, no irás a ningún lado’(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El Reino Milenario ha llegado). La Era del Reino es la Era de la Palabra. Dios emplea Sus palabras para conquistar, purificar y salvar a la humanidad y ha formado un grupo de vencedores. Esto muestra totalmente la autoridad y poder de las palabras de Dios, pero el mundo religioso se aferra a la Biblia sin aceptar el juicio y la purificación de Dios Todopoderoso. Estas personas están atascadas en su antigua vida de pecado, confesión y más pecado, y la obra de Dios ya las ha eliminado, así que han caído en los desastres, entre el llanto y el crujir de dientes. Todavía están esperando a que el Señor venga en una nube y las arrebate al reino de los cielos para la vida eterna. ¿Eso no es una ilusión? Como manifestó el Señor Jesús, “Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida(Juan 5:39-40). Los que se aferren a la Biblia no recibirán la verdad ni la vida. Los únicos que recibirán la verdad y la vida serán los que crean en Cristo, lo sigan y se sometan a Él. Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, expresa ahora verdades que purifican y salvan plenamente a la humanidad. Si queremos la verdad y la vida, hemos de ir más allá de la Biblia, al compás de las huellas de Dios, aceptar el juicio y la purificación de Dios Todopoderoso y someternos a ellos. Es el único modo de escapar del pecado, de ser plenamente salvos por Dios, de que Él nos proteja en los desastres y entremos en Su reino. Los que no renuncien a la Biblia, sino que se queden en las obras y palabras anteriores de Dios y no acepten el camino de la verdad que Él nos otorga en los últimos días, se perderán completamente la obra de Dios para salvar plenamente a la humanidad y solo podrán caer en los desastres y ser castigados. Según Dios Todopoderoso, “La obra de Dios nunca espera a nadie que no pueda seguir Su ritmo y el carácter justo de Dios no le muestra misericordia a ningún hombre(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cristo hace la obra del juicio con la verdad).

Vamos a concluir con otro pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. “El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida ni el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años, en vez del agua de la vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno. ¿Cómo pueden, entonces, contemplar a Dios? Si sólo tratas de aferrarte al pasado, si sólo tratas de mantener las cosas como están quedándote quieto, y no tratas de cambiar el estado actual y descartar la historia, entonces, ¿no estarás siempre en contra de Dios? Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos, como olas agitadas y fuertes truenos, pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción, apegándote a tu locura y sin hacer nada. De esta manera, ¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero? ¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo? ¿Y cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos llevarte a una nueva era? ¿Cómo pueden llevarte a buscar los pasos de la obra de Dios? ¿Y cómo pueden llevarte al cielo? Lo que sostienes en tus manos es la letra que solo puede darte consuelo temporal, no las verdades que pueden darte la vida. Las escrituras que lees solo pueden enriquecer tu lengua y no son palabras de filosofía que te ayudan a conocer la vida humana, y menos aún los senderos que te pueden llevar a la perfección. Esta discrepancia, ¿no te lleva a reflexionar? ¿No te hace entender los misterios que contiene? ¿Eres capaz de entregarte tú mismo al cielo para encontrarte con Dios? Sin la venida de Dios, ¿te puedes llevar tú mismo al cielo para gozar de la felicidad familiar con Dios? ¿Todavía sigues soñando? Sugiero entonces que dejes de soñar y observes quién está obrando ahora, quién está llevando a cabo ahora la obra de salvar al hombre durante los últimos días. Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad y nunca obtendrás la vida(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna).

Las escrituras marcadas (*) son tomadas de REINA-VALERA ANTIGUA.

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