Cuando estamos en conflicto con alguien, siempre decimos: “¿Cómo puede hacer esto? ¿Cómo puede hacer eso? Él realmente va demasiado lejos, y él está haciendo mal”, y así sucesivamente. Siempre somos demasiado críticos con los demás, echamos la culpa a los demás, pero nunca reflexionamos sobre nosotros mismos. La mayoría de las veces, las personas, los eventos y las cosas que nos rodean son arreglados por Dios para perfeccionarnos y limpiarnos, para permitirnos obtener un aspecto de la verdad. Estos son los arreglos esmerados de Dios, y también la salvación suprema de Dios y su amor supremo por nosotros. Entonces debemos ser tolerantes y pacientes y tratar a los demás de manera justa. Estos son los principios de la práctica que deben ser poseídos por los creyentes en Dios.

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