Cuando encuentres diversos desafíos y dificultades en la vida y te sientas impotente, ¿los encomendarás a Dios? Si aún no, lee este artículo, comprenderás el significado de la encomendación y ¡tendrás una solución a cualquier problema que encuentres!

“Encomienda á Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3).* Este versículo siempre ha jugado un papel profundo en nuestras vidas, diciéndonos cómo planificar y lograr adecuadamente nuestras metas y planes. No importa los desafíos que enfrentemos o las metas que persigamos, primero debemos entregárselo a Dios, pedirle que guíe nuestra dirección y nuestros pasos, y que nos dé sabiduría y fuerza para enfrentar las dificultades y reveses que encontremos. De esta manera, no nos desviaremos de la voluntad y el camino de Dios y podremos completar con éxito lo que hemos planeado según el plan de Dios.

En la vida real, a menudo sufrimos diversas presiones y preocupaciones. Perseguimos sueño, éxito y felicidad... pero no tenemos control sobre todo esto. Yo solía ​​​​ser una persona muy ambiciosa y codiciosa, quería tener éxito en mi trabajo y en mi vida. Me propuse muchas metas y planes y trabajé duro para lograrlos, pensando que podría conseguir todo lo que quería. Sin embargo, estaba equivocado, estas metas y planes me hacían sentir cada vez más agotado y deprimido física y mentalmente, me sentía como una persona restringida. Encontré muchas dificultades y obstáculos, y también mucha oposición y crítica. Comencé a dudar de mis capacidades y de mi valor, y perdiendo confianza en mis metas y planes. Estuve en aprieto...

Durante un devocional, vi un pasaje de las palabras de Dios, Dios dice: “Aquellos que verdaderamente temen a Dios, tanto en los asuntos grandes como en los pequeños, acudirán a Dios, le orarán, le confiarán todo a Él, y luego verán cómo Él los conduce y guía. Una vez que tengas esa experiencia, serás capaz de acudir a Dios en todas las cosas, y cuanto más experimentes esto, más sentirás que acudir a Dios en todo es muy práctico. Cuando acudes a Dios en un asunto, es posible que Dios no te otorgue un sentimiento, un significado claro, o mucho menos, instrucciones claras, pero Él te hará entender una idea con relevancia precisa en el asunto, y se trata de Dios guiándote con un método diferente y dándote un camino. Si puedes sentir y entender esto, te beneficiarás. Puede que no entiendas nada en el momento, pero debes seguir orando y acudiendo a Dios. No hay nada malo en ello, y tarde o temprano serás esclarecido. Practicar este camino no significa atenerse a las reglas. Por el contrario, significa satisfacer las necesidades del espíritu, y es la forma en que la gente debe practicar. Puede que no recibas el esclarecimiento y guía cada vez que ores y acudas a Dios, pero las personas deben practicar de esta manera, y si quieren entender la verdad, necesitan practicar así. Este es el estado normal de la vida y el espíritu, y solo de esta manera las personas pueden mantener una relación normal con Dios, de modo que su corazón esté cerca de Él. Por tanto, se puede decir que acudir a Dios es la interacción normal con Dios en el corazón de las personas. Independientemente de que puedas recibir el esclarecimiento y la guía de Dios, debes orar a Dios y acudir a Él en todas las cosas. Esta es también la manera inevitable de vivir ante Dios. Cuando las personas creen en Dios y lo siguen, deben tener el estado mental de acudir siempre a Dios. Este es el estado mental que deben poseer las personas con una humanidad normal. Algunas veces, mirar a Dios no significa pedirle que haga algo utilizando palabras específicas o solicitarle una guía o protección específica. Más bien, es cuando las personas se encuentran con algún problema que pueden clamar a Él de una manera sincera. Así pues, ¿qué hace Dios cuando las personas claman a Él? Cuando el corazón de alguien se conmueve y esa persona piensa ‘Oh, Dios. Yo no puedo hacer esto por mí mismo; no sé cómo hacerlo y me siento débil y negativo…’, cuando surge este pensamiento en ella ¿acaso Dios no lo sabe? Al surgir en las personas este pensamiento, ¿son sinceros sus corazones? Cuando claman a Dios de esta manera, con sinceridad, ¿Dios accede a ayudarles? A pesar del hecho de que tal vez no hayan pronunciado una sola palabra, muestran sinceridad y, así, Dios accede a ayudarles. Cuando alguien se encuentra con una dificultad especialmente espinosa, cuando no tiene a nadie a quien acudir y cuando se siente particularmente indefenso, pone toda su esperanza en Dios. ¿Cómo son sus oraciones? ¿Cuál es su estado mental? ¿Es esa persona sincera? ¿Existe alguna adulteración en ese momento? Es sólo cuando confías en Dios como si Él fuera lo último a lo que puedes aferrarte, esperando que Él te ayude, que tu corazón es sincero. Aunque tal vez no hayas dicho mucho, tu corazón ya se ha conmovido. Esto es, que le das tu corazón sincero a Dios y Dios escucha. Cuando Dios escucha, ve tus dificultades, te esclarecerá, te guiará y te ayudará”.

Reflexionando sobre estas palabras de Dios, sentí un nuevo sentimiento en mi corazón, como si hubiera sido liberado. Encontré nuevas formas de planificar mis metas y planes. No debería confiar en mi propia voluntad y esfuerzos para hacer las cosas. Desde entonces, comencé a confiar en Dios y encomendarle mis metas y planes. Cuando entregué todas mis cosas a Dios, una, dos veces... gradualmente mi estado de ánimo se volvió muy pacífico. Vi que las metas y los planes que había planeado antes eran muy poco realistas y que la mayoría de ellos estaban más allá de mi capacidad de lograr, así que le pedí a Dios que me guiara a establecer planes que estuvieran dentro de mi capacidad. Con la guía de Dios, ahora ya no me preocupo por mis resultados y consecuencias, sino que creo que Dios tiene el control de todo lo que tengo. Ya no me siento cansado ni deprimido, sino relajado y libre, y ya no me siento confundido ni decepcionado, sino claro y satisfecho. A través de esta experiencia, entiendo que con que uno se encomienda todo a Dios y obedezca Sus disposiciones y guía, con seguridad, recibirás Su ayuda y protección.

Amigo, luego de comprender el significado de la encomendación a Dios, te invitamos a entregar todo a Dios, para que puedas encontrar el camino correcto por el que Dios nos guía. Si deseas saber más sobre este aspecto, contáctanos a través de la ventana de chat en línea en la parte inferior del sitio web, a fin de que estudiemos las palabras de Dios y encontremos el camino juntos.

Las escrituras marcadas (*) son tomadas de REINA-VALERA ANTIGUA.