Al leer este versículo, muchas personas son consoladas, pero al mismo tiempo tienen confusión de que ya que Dios es nuestro Pastor, quien provee nuestra vida todo el tiempo, y con el suministro constante de vida de Dios, nada nos falta, pero ahora nuestro espíritu está débil y seco, no recibimos inspiración en nuestra lectura de la Biblia ni nos sentimos conmovidos al hacer oraciones, no percibimos la presencia del Señor, no podemos evitar seguir las tendencias malvadas mundanas, codiciamos el disfrute carnal, ni siquiera odiamos el pecado, en esto caso, ¿sigue siendo Dios nuestro pastor? Muchas personas piadosas están clamando a Dios: “¡Señor! ¿Dónde estás? Estamos débiles y pasivos y necesitamos tu suministro de vida…” De hecho, Dios ha estado supliendo nuestra vida siempre, pasa que no hemos seguido Su obra, y esto es por lo que caemos en las tinieblas y no recibimos el suministro de vida. Al igual que cuando el Señor Jesús vino a hacer la obra de redención en la Era de la Gracia, el templo, donde estaba lleno de la gloria de Jehová, estaba desolado. Aquellos judíos no podían guardar la ley y los sacerdotes ofrecían sacrificios deficientes, el templo se convirtió en un lugar comercial, una cueva de ladrones. Ellos cayeron en la oscuridad y perdieron el suministro de Dios fue porque el Señor Jesús se hizo carne y abrió la Era de la Gracia, y empezó a realizar la obra de redimir a la humanidad. La obra del Espíritu Santo transfirió de la Era de la Ley a la de la Gracia. Así que, aquellos que aceptaron la obra de la redención de Jesús recibieron la obra del Espíritu Santo y obtuvieron el suministro de vida, mientras que aquellos que no aceptaron e incluso se resistieron la obra del Señor Jesús fueron eliminados por la obra del Espíritu Santo y perdieron el suministro de la vida de Dios, como resultado, al final cayeron en la oscuridad y la desolación.

Ahora estamos en el último período de los últimos días, ha caído la gran calamidad, se han cumplido las profecías del regreso del Señor, el Señor Jesús ha regresado hace mucho tiempo, y ha expresado la verdad y realizado la obra de juicio comenzando por la casa de Dios, para purificar y salvar a todos los que aceptan la obra de Dios de los últimos días, y la obra del Espíritu Santo también ha sido transferida a la de Dios de los últimos días. Aquellos que han aceptado la obra de los últimos días de Dios han recibido la obra del Espíritu Santo, han sido suministrados y regados por el agua viva de vida, y están llenos de satisfacción espiritual. De lo contrario, aquellos que han rechazado, se han opuesto y han condenado la obra de Dios en los últimos días, han perdido la obra del Espíritu Santo, no han podido conseguir el suministro del agua viva de vida y han caído en tinieblas y desolación. Por lo tanto, para obtener la obra del Espíritu Santo y el riego y suministro del agua viva de vida, debemos acoger el regreso del Señor Jesús, encontrar a nuestro verdadero Pastor y aceptar la obra de Dios en los últimos días. Solo entonces la causa raíz de nuestra debilidad espiritual y nuestra negatividad pueden ser resueltas por completo. En este momento, es práctico decir: “El Señor es mi Pastor, nada nos falta”.

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